Текст книги "Guerra y paz"
Автор книги: Leon Tolstoi
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Классическая проза
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Por tanto, existen dos clases de actos: unos dependen y otros no dependen de mi voluntad. Y el error que origina la contradicción proviene sólo de que la conciencia de ser libre que acompaña legítimamente cada uno de los actos que remiten a mi yo, a la parte más abstracta de mi ser, la extiendo ilegítimamente a mis actos realizados en unión con otras voluntades y dependientes del concurso de voluntades que no son la mía. Es bastante difícil delimitar el campo de la libertad y de la necesidad; la fijación de ese límite es objeto de la psicología; pero cuando observo las condiciones en que se manifiestan nuestra mayor libertad y nuestra mayor dependencia, no puedo dejar de reconocer que cuanto más abstracta y por consiguiente menos ligada a la actividad de otros hombres es nuestra actividad, tanto más libre es; y a la inversa, cuanto más ligada está nuestra actividad a la de los demás, menos libre es.
El vínculo más fuerte e indisoluble, más penoso y constante con los demás hombres es el llamado poder sobre los otros, que en su verdadero significado no es más que una mayor dependencia con respecto a los demás.
Equivocado o no, me he convencido plenamente de esta verdad a lo largo de mi trabajo. Y al describir los acontecimientos de 1805, 1807 y, sobre todo, de 1812, en los cuales se revela con mayor claridad esta ley de la fatalidad, no podía dar importancia a las acciones de quienes creían controlar los acontecimientos, y que en realidad pusieron en ellos mucha menos actividad humana que los demás participantes. La actividad de esos hombres me interesaba solamente como ilustración de esa ley de la fatalidad que, de acuerdo con mi íntima convicción, domina la historia; y de esa ley psicológica que obliga a un hombre a realizar con menor libertad sus actos y a crear en su fantasía toda una serie de razonamientos retrospectivos para demostrarse a sí mismo que ha obrado libremente.
Nota de la traductora
Cuando el editor me propuso revisar la traducción de Guerra y paz, vertida directamente del ruso al español por Francisco José Alcántara (a quien no conocía ni conozco) y José Laín Entralgo, amigo y compañero de trabajo en la Editorial de Lenguas Extranjeras de Moscú, quedé muy sorprendida. Había hojeado esa traducción y me gustaba: se leía y entendía con facilidad.
El editor me pedía, al mismo tiempo, que me atuviese a todo cuanto decía Tolstói, sin apartarme del texto original. Teniendo en cuenta estas indicaciones, empecé a cotejar la obra con el original ruso y encontré omisiones, falsas interpretaciones del sentido, cortes y diversos errores que en mi versión, durante largos años de trabajo y en la medida de mis capacidades, procuré corregir.
Su fluidez de lectura me ha sido de gran ayuda para esta nueva versión, y ello merece el reconocimiento del que dejo aquí constancia.
Además de la edición rusa de Guerra y pazincluida en la obra completa de Tolstói en catorce tomos (Editorial Estatal de Literatura, Moscú, 1951) y de la mencionada traducción, me he servido libremente de las ediciones italiana (Einaudi, 1962, trad. Enrichetta Carafa d'Andria y Leone Ginzburg), francesa (Gallimard, 1973, trad. Henri Mongault) e inglesa (Modern Library, reedición de 1994, trad. Constance Garnett).
Creo que algún día, cuando se haga una nueva versión, también encontrarán fallos en la mía, pero lo cierto es que puse en mi trabajo “toda el alma”, como dirían en ruso, a lo largo de muchos años.
Lydia Kúper
Madrid, octubre de 2003
Anexos
Personajes
Índice y contenido de los capítulos
Notas
Las siguientes listas 1) de personajes y 2) de los contenidos de los capítulos de Guerra y pazse deben a la amistosa pero inapreciable y entusiasta colaboración de Francisco Villalba, por quien el editor aquí deja constancia de admiración y reconocimiento.
Algunos personajes de Guerra y paz
Ajrosímova, María Dmítrievna– Dama viuda amiga de los Rostov. Madre de cuatro hijos militares y de una hija casada. Madrina de Natasha, a quien acoge en su casa en ausencia de sus padres, cuando Anatole Kuraguin intenta secuestrarla. Sólo habla en ruso.
Alexéievna, Elisabeth– Zarina del zar Alejandro I.
Alpátich, Yákov– Administrador de los Bolkonski en Lisie-Gori.
Andréievich, Kiril– Tío de Denísov. Jefe de intendencia del ejército.
Antón– Antiguo preceptor del príncipe Andréi Bolkonski que lo acompaña en la finca de Boguchárovo.
Apraksin, conde Stepán Stepánovich– General de la caballería rusa.
Arakchéiev– Amigo del zar Alejandro I. Ministro de la Guerra de 1808 a 1825. Célebre por su crueldad.
Arjárov, los– Rica familia noble de Moscú, a la que visita Nikolái Rostov cuando regresa del ejército.
Armfeld– General sueco del ejército ruso.
Aubert-Chalmet– Modista de Mme Ajrosímova.
Auersperg von Mautern– Príncipe austríaco, mariscal de campo en la campaña austríaca, cae en la trampa que le tiende Murat en el puente Tabor.
Bagration, Piotr Ivánovich– General de las tropas rusas. Interviene en la campaña austríaca y también en la rusa. Muere en Borodinó.
Balaga– Mocetón conductor de troikas.
Bálashov– Estadista ruso. Acompaña al Zar a Vilna, en 1812, y lleva la carta del Zar a Napoleón.
Bandarchuk– Húsar. Amigo de Nikolái Rostov en la campaña austríaca.
Barclay de Tolly– Mariscal de campo ruso de origen escocés. General en jefe al principio de la campaña de 1812. Cae en Borodinó.
Bazdéiev, Makar Alexéievich– Hermano loco y medio alcoholizado del masón Osip Alexéievich. Anciano alto, calvo, con nariz colorada.
Bazdéiev, Osip Alexéievich– Viejo masón.
Beausset, de– Escritor y cortesano francés. Prefecto del Palacio Imperial francés. Acompaña a Napoleón en sus campañas hasta 1812.
Belova, Agrafena Ivánovna– Vecina de los Rostov en Otrádnoie.
Bennigsen– Conde alemán, general de caballería. Propietario en la provincia de Vilna. General en jefe de las tropas rusas en la campaña prusiana de 1807.
Berg, Alfonso Kárlovich– Oficial del regimiento.
Semiónovski. Primero prometido y más tarde marido de Vera Rostova.
Berthier– Mariscal francés, jefe del Estado Mayor de Napoleón. Caído Napoleón, se une a los Borbones.
Bezújov, Kiril Vladimírovich– Príncipe, inmensamente rico, deja su fortuna a su hijo natural, Pierre Bezújov.
Bezújov, Pierre– Hijo bastardo de Kiril Vladimírovich Bezújov. Se marchó fuera de Rusia a los diez años. En la novela ha regresado a Rusia y tiene veinte.
Bielova– Vieja solterona que vive en casa de los Rostov en Otrádnoie.
Bilibin– Diplomático ruso en la Corte de Viena.
Bitski– Miembro de varias comisiones que visita a Andréi Bolkonski el día siguiente del baile en casa de Narishkin. Admirador de Speranski.
Bogdánovna, María– Comadrona que ayuda a Lisa a dar a luz en Lisie-Gori.
Bolkónskaia, María– Hija de Nikolái Bolkonski. Hermana de Andréi.
Bolkonski, Andréi– Hijo del viejo príncipe Nikolái Bolkonski, casado con Lisa Meinen, padre de Nikolái.
Bolkonski, Nikolái Andréievich– Príncipe. Padre de Andréi y María Bolkónskaia.
Bondarenko– Húsar ucraniano asistente de Vaska Denísov y Nikolái Rostov en Austria.Bourienne, Amélie (Mademoiselle) – Dama de compañía de María Bolkónskaia.
Buxhöwden– General austríaco del ejército ruso en Austerlitz y en la campaña prusiana.
Carolina, “la Húngara”– Dueña de una taberna en Olmütz donde sirven mujeres.
Castres, de– Oficial ayudante de campo de Davout.
Caulaincourt– Embajador de Francia en la Corte de San Petersburgo.
Chartorizhky, Adam– Príncipe, estadista polaco. Ministro de Asuntos Exteriores del zar Alejandro I de 1804 a 1806.
Chekmar– Ayuda de cámara del conde Iliá Rostov en Otrádnoie.
Compans– General francés.
Corvisart– Médico preferido de Napoleón.
Danilo– Montero mayor de los Rostov. Cabello a la ucraniana, corto, gris, rostro arrugado.
Danílov– Amigo de Anatole Kuraguin.
Danílovna, Sofía– Mujer del masón Osip Alexéievich.
Davout– Llamado duque de Eckmühl. Mariscal de campo y hombre de confianza de Napoleón. Se lo compara con Arakchéiev por su crueldad.
Deméntiev– Húsar pelirrojo del mismo regimiento que Nikolái Rostov.
Demián– Criado de los Bolkonski en Lisie-Gori.
Denísov, Vasili Dmítrievich– Oficial del ejército ruso nacido en Vorónezh.
Dessaix– Jefe de división de las tropas de Napoleón.
Dessalles– Tutor suizo del pequeño príncipe Bolkonski.
Dimmler– Músico que vive en casa de los Rostov en Otrádnoie.
Dmitri– Criado de los Bolkonski en Lisie-Gori.
Dmítrievna, Zinaida– Vieja princesa.
Dojtúrov– Alto mando del ejército ruso en Austerlitz y en Borodinó.
Dolgorúkov, príncipe– General ayudante de Kutúzov. Nombra a Borís Drubetskói su ayudante en Olmütz.
Dólojov, Fiódor Ivánovich– Jugador disoluto. Más tarde, célebre jefe de los partisanos que acosan a los franceses en su retirada. Oficial del regimiento Semiónovski. Al principio de la novela tiene veinticinco años.
Dólojova, María Ivánovna– Madre de Fiódor Ivánovich Dólojov.
Dron– Stárostade Boguchárovo.
Drubetskaia, Anna Mijáilovna– Princesa de una de las familias más aristocráticas de Rusia. Sobrina del príncipe Bezújov. En situación económica muy comprometida. Madre de Borís.
Drubetskói, Borís– Primo de los Rostov, ahijado del conde Bezújov. Sirve en el regimiento Izmailovski en la campaña austríaca.
Duniasha– Doncella de los Bolkonski.
Duniasha– Doncella de los Rostov en San Petersburgo.
Duport– Bailarín parisién. Se instala en San Petersburgo en 1808. Profesor de baile de Natasha.
Duroc– Mariscal francés.
Durosnel– Oficial francés, jefe de las patrullas que deben cuidar el orden en el Moscú ocupado.
Efim– Cochero de los Rostov.
Ekonómov– Comandante ruso en la campaña austríaca.
Fabvier– Coronel francés.
Fedchenko– Oficial ruso en Austerlitz.
Fedósiushka– Peregrina de cincuenta años protegida de María Bolkónskaia. Cara picada de viruelas.
Ferapóntov– Dueño de una posada en Smolensk.
Filip– Criado de los Bolkonski en Lisie-Gori.
Fiódorovna, Anisia– Ama de llaves de Mijaíl Nikanórovich.
Firhof– Barón. Habla con el príncipe Andréi Bolkonski en el baile ofrecido por Narishkin.
Foka– Mayordomo de los Rostov en Otrádnoie.
Foucher– General francés.
Friant– Jefe de división de las tropas de Napoleón.
Funke– Barón.
Gavrilo– Asistente de Borís Drubetskói en Olmütz.
Gavrilo– Criado de Mme Ajrosímova.
Georges, Mademoiselle– Actriz francesa, favorita de Napoleón durante varios años. Amante de Kuraguin.
Glinka, Serguéi Nikoláievich– Escritor y editor del Mensajero Ruso, periódico antagonista de la influencia francesa en Rusia.
Guerasim– Criado del masón Osip Alexéievich.
Ignat– Portero de los Rostov en Moscú.
Ilaguin– Vecino de los Rostov en Otrádnoie.
Ilín– Militar joven, protegido de Nikolái Rostov.
Iliushka– Zíngaro.
Ivánovich, Karl– Médico en Lisie-Gori.
Ivánovich, Mijaíl– Arquitecto de los Bolkonski.
Ivánovna, Nastasia– Bufón de los Rostov en Otrádnoie, pese a su nombre de mujer.
Ivánushka– Joven peregrina, disfrazada de hombre, protegida de la princesa María Bolkónskaia.
Joguel– Maestro de baile en Moscú, cuyos bailes eran muy célebres. Segundo amor platónico de Natasha.
Kaisárov, Andréi Serguéievich– Hermano del siguiente.
Kaisárov, Paisi Serguéievich– Ayudante de Kutúzov en Borodinó. Encabezó un destacamento de partisanos en 1813.
Karáguina, Julie– Rica heredera. Amiga de la princesa María Bolkónskaia y más tarde esposa de Borís Drubetskói.
Karáguina, María Lvovna– Dama inmensamente rica, madre de Julie Karáguina.
Karatáiev, Platón– Soldado compañero de cárcel de Pierre en Moscú. Símbolo del pueblo ruso.
Kárlovna, María– Institutriz de los Rostov.
Karp– Campesino de Boguchárovo.
Katia– Doncella de Lisa Meinen en Lisie-Gori.
Kirsten– Capitán segundo de caballería del ejército ruso en Austria.
Kochubéi– Conde ruso, ministro del Interior de 1802 a 1807, consejero de Alejandro I.Kondrátievna – Vieja criada de los Rostov en Otrádnoie.
Konovnitsin– General ruso, comandante de una división en 1812 y luego de toda la retaguardia rusa.
Kroug– Chargé d’Affairesde Copenhague.
Kuraguin, Anatole– Disoluto, alto y bien plantado.
Kuraguin, Hipólito– Hermano del anterior.
Kuraguin, Vasili Serguéievich– Cortesano. Casado con Alina, una posible heredera del príncipe Bezújov. Padre de Anatole, Elena e Hipólito.
Kuráguina, Elena Vasílievna– Bellísima hermana de Anatole Kuraguin. Se casa con Pierre Bezújov.
Kutúzov, Mijaíl Ilariónovich– Comandante en jefe de todas las fuerzas rusas.
Kuzmínishna, Mavra– Ama de llaves de los Rostov en Moscú.
Langeron– General francés del ejército ruso en Austerlitz.
Lannes– Mariscal francés, jefe de las tropas en la campaña austríaca.
Lauriston, general– Ayuda de campo de Napoleón. Enviado a pedir la paz a Kutúzov al final de la campaña rusa.
Lavrushka– Asistente de Denísov; después, de Rostov.
Lazarchuk– Soldado ruso en la campaña prusiana.
Lopujin, I. V. – Francmasón y místico ruso.
Lopujin, P. V. – Príncipe amigo del anciano príncipe Bolkonski.
Lorrain– Médico de San Petersburgo que visita al príncipe Bezújov durante su agonía en Moscú.
Mack– General de las tropas austríacas en Austerlitz.
Magnitski– Presidente de la Comisión de Reglamentos militares. Amigo y colaborador de Speranski.
Makar Alexéievich– En la batalla de Friedland, dueño de la casa en la que un médico militar ruso cita a su practicante Makéiev.
Makéiev– Practicante ruso en la campaña prusiana.
Malasha– Nieta de Savostiánov, dueño de la posada en que se celebra el Consejo de Fili.
Mámontov, las– Tres sobrinas que viven con el príncipe Bezújov: Olga, Catalina Semiónovna y Sophie.
Markov– Embajador ruso en París de 1801 a 1803.
Masha– Doncella de los Bolkonski en Lisie-Gori.
Matvéievna, Matriona– Zíngara. Amiga de Anatole Kuraguin y de Dólojov.
Mavrushka– Doncella de los Rostov en San Petersburgo.
Meinen, Lisa– Esposa del príncipe Andréi Bolkonski. Muere dando a luz.
Meliúkova, Pelagueia Danílovna– Viuda con varias hijas. Vecina de los Rostov en Otrádnoie.
Mescherski– Príncipe amigo del anciano príncipe Bolkonski.
Métivier– Médico francés.
Michaux de Beauretour– Coronel del ejército ruso de nacionalidad francesa. Enviado por Kutúzov al Zar para informarlo del abandono de Moscú.
Mijaíl– Anciano criado de los Rostov.
Mijailo– Montero de los Rostov en Otrádnoie.
Milorádovich– General ruso en Austerlitz y más tarde en la campaña rusa. Jefe del regimiento Apsheron.
Mirónov– Junkerdel ejército ruso en Austria.
Misha– Criado de los Rostov en Otrádnoie.
Mishka– Nieto de Vasílich, criado de los Rostov en Moscú.
Mitka– Palafrenero de Mijaíl Nikanórovich en Otrádnoie, que toca la balalaika.
Mitka– Palafrenero del conde Rostov en Otrádnoie.
Mitrich, Iván– Sargento del ejército ruso en Austerlitz.
Morand– Jefe de división de tiradores de Napoléon.
Morel– Asistente de Ramballe.
Morio– Abate italiano.
Mortemart– Vizconde francés, refugiado en Rusia tras la Revolución francesa.
Mortier– Mariscal francés.
Murat– El rey de Nápoles.
Narishkin, los– Cortesanos de tiempos de Catalina la Grande que celebran un baile en 1809.
Nesvitski, príncipe– Oficial del Estado Mayor ruso. Ayudante de Kutúzov en Austria.
Ney– Duque de Elchingen. General francés.
Nikanórovich, Mijaíl– Tío de los Rostov en Otrádnoie.
Nikita– Criado de los Rostov en Otrádnoie.
Nostitz, conde– General de las tropas austríacas en la campaña austríaca.
Novosiltsov– Miembro del séquito del zar Alejandro en Austerlitz.
Obolenski, Fedia– Amigo de Petia, de familia noble.
Orlov-Denísov– Conde. Jefe de cosacos.
Ostermann-Tolstói, conde– Gran mariscal de la Corte rusa. Ayudante de campo del Zar.
Paolucci– Marqués. General del ejército francés y luego del ruso, originario de Cerdeña.
Pávlovich, Constantino– Gran duque heredero del trono de Rusia.
Pelágueiushka– Peregrina protegida de María Bolkónskaia.
Pernety– General jefe de la Artillería francesa.
Perónskaia, María Ignátieva– Amiga y parienta de los Rostov. Enjuta y amarilla.
Petrushka– Criado joven que lee libros al anciano príncipe Bolkonski.
Pfull– General de origen prusiano, en 1812 estratega de las tropas del zar Alejandro.
Piotr– Criado de Andréi Bolkonski en Boguchárovo.
Plátov, Matvrei Ivánich– Oficial de cosacos. Sostiene ante Rastopchin que no es posible defender Moscú.
Potocka– Condesa polaca.
Prokofi– Lacayo de los Rostov enormemente fuerte.
Pushkin, Vasili Lvóvich– Poeta, tío del célebre poeta Pushkin.
Raievski– General ruso que se destaca en Borodinó.
Ramballe– Capitán del ejército francés al que Makar Alexéievich intenta matar de un tiro.
Rapp– General francés, ayudante de campo de Napoleón de 1800 a 1814.
Rastopchin, Fiódor Vasílievich– Conde. General, gobernador de Moscú de 1812 a 1814, amigo del anciano príncipe Bolkonski. Se lo acusa de provocar el incendio de Moscú.
Repnin -Príncipe ruso. General, herido gravemente en Austerlitz y hecho prisionero.
Rostov, Iliá Andréievich– Conde. Casado con Natalia Shinshina, padre de Vera, Nikolái, Natasha y Petia.
Rostov, Nikolái– Hermano mayor de Natasha. Se casa con María Bolkónskaia.
Rostov, Petia– Hermano menor de Natasha, muchachito de nariz respingona, ojos negros.
Rostova, condesa(Natalia Shinshina) – Casada con Iliá Rostov. Madre de Vera, Nikolái, Natasha y Petia.
Rostova, Natasha Ilínishna– Protagonista, tiene trece años al principio de la novela.
Rostova, Vera– Hermana mayor de Natasha. Prometida de Berg, más tarde su esposa.
Rumiántsev, conde– Canciller del zar Alejandro en la campaña rusa. Admirador de Elena Kuráguina.
Saltikov– Príncipe. Mariscal de campo ruso.
Savary– Duque de Rovigo. Oficial francés enviado por Napoleón a Wischau a proponer una entrevista con el zar Alejandro, durante la campaña austríaca.
Sávishna, Praskóvia– Nodriza de los Bolkonski.
Savostiánov, Andréi– Dueño de la posada de Fili, en la que se celebra el Consejo de Guerra.
Scherbinin– Alto mando del ejército ruso en Borodinó. Ayudante de Konovnitsin.
Scherer, Anna Pávlovna– Dama de honor de la zarina viuda María Feodórovna.
Schoss, Luisa Ivánovna– Institutriz de los Rostov en Otrádnoie.
Schubert, Karl Bogdánich– Coronel del regimiento de húsares de Pavlograd. En Austria, jefe de Nikolái.
Schwarzenberg– Príncipe y mariscal de campo austríaco. Embajador en San Petersburgo en 1808.
Shinshin– Pariente de la condesa Rostova.
Smoliáninov– Masón que inicia a Pierre Bezújov en la logia de San Petersburgo.
Sonia (Sophie)– Sobrina del conde Rostov, prima de Natasha Rostova. Vive con los Rostov.
Speranski, Mijaíl Mijáilovich– Secretario de Estado del zar Alejandro I. Consejero de Asuntos Civiles y encargado de redactar un proyecto de Constitución.
Stein– Ex ministro de Prusia, exiliado por Napoleón en Alemania.
Stievens– Oficial de la Marina inglesa. Dólojov apuesta con él que es capaz de beberse una botella de ron sentado en el saliente de la ventana de su casa.
Stolipin– Amigo de Speranski.
Strauch– General austríaco agregado al Estado Mayor de Kutúzov en Austria.
Strogánov– Consejero e íntimo del zar Alejandro I.
Telianin– Teniente, compañero de Nikolái Rostov y de Denísov. Éste lo abofetea en la campaña prusiana.
Tijón– Criado de los Bolkonski en Lisie-Gori.
Timoféievna, Matriona– Doncella de los Rostov.
Timojin– Capitán del ejército ruso en Austria muy aficionado a Baco. Herido en Borodinó, está con el príncipe Andréi, también herido, en Mitischi.
Tito– Cocinero de Kutúzov en la campaña austríaca.
Topchénienko– Sargento furriel en la campaña prusiana.
Tormásov– General al mando del tercer regimiento ruso en la campaña rusa.
Tushin– Capitán segundo de artillería. Jefe de batería en Schoengraben.
Ulner– Coronel francés.
Uvárov, Fédor Petróvich– General de caballería ayudante de Bagration.
Vasílchikov– Intenta convencer a Rastopchin de que no es posible defender Moscú.
Vasílich– Criado de los Rostov.
Vasílievich, Dmitri– Noble encargado de llevar los asuntos del conde Rostov.
Vasílievich, Iván– Miembro de la logia masónica de San Petersburgo.
Vaska– Criado de Pierre Bezújov.
Vereschaguin– Dueño de una taberna en Moscú.
Vereschaguin– Hijo del anterior. Linchado por el pueblo, al que lo entrega Rastopchin acusado de alta traición.
Viazmitínov, Serguéi Kuzmich– General. Gobernador militar de San Petersburgo.
Vogel– Maestro de baile en casa de los Rostov en Otrádnoie.
Volkonski, Piotr Mijáilovich– Príncipe y general, jefe del Estado Mayor Imperial del Zar en la campaña rusa.
Von Toll– Joven coronel ruso.
Weyrother– General austríaco, teórico de la guerra. Reemplaza al general Schmidt, caído en batalla.
Wintzingerode– General y diplomático ruso, ayudante de campo de Kutúzov en la campaña austríaca.
Wolzogen– General prusiano del ejército ruso en la campaña rusa. Teórico militar.
Würtemberg, príncipe– General del ejército ruso en la campaña rusa.
Yákov– Criado de Anatole Kuraguin.
Zajar – Cochero de los Rostov.
Editar Guerra y paz
Mario Muchnik
Para Elisa
Prolegómenos
Fue un mediodía, en nuestro comedor de la calle Ayacucho, número 1822, en pleno barrio Norte de Buenos Aires, cuando mis padres tuvieron una conversación crucial en mi presencia.
–Yo creo que el chico ya está maduro para La guerra y la paz– dijo mi madre.
–Hmmm...– dijo mi padre, cuya opinión sobre las inclinaciones literarias de sus dos hijos favorecía claramente a mi hermana menor, Nora. —Hmmm... ¿Vos creés?
–Está leyendo un montón de libritos sobre temas científicos, Cazadores de microbios, la biografía de madame Curie, qué sé yo. Es hora de que se enfrente con algo más serio. Yo creo que ya es un grandulón y tendría que probar.
–Si me dijeras Nora, sí, aunque sólo tiene siete años. Yo veo cómo se divierte con las obras de Moliere, que leemos juntos cada noche. Mario no tiene paciencia, le gustan los aviones...
Siguió un silencio que interpreté correctamente: mi madre se saldría con la suya y yo tendría que hacer frente a los siete tomos de la novela de Tolstói. A mis catorce años.
Eran siete tomos que me parecían grandes, aunque lo único de que puedo dar fe es que las cubiertas eran amarillas; y recuerdo bien el papel, grueso pero liviano y esponjoso, y los bordes de las páginas, abiertas en primera lectura por el cortapapeles de mis padres. Creo recordar la negrura de las letras, bien legibles para mí y, hoy lo intuyo, fruto de un buen taller tipográfico. Los márgenes eran generosos —así los recuerdo– y la encuadernación, cosida, muy firme, no exigía misericordia alguna. El lomo era dócil y la mezcla de los aromas del papel, de la cola y de la tinta inspiraba respeto a la vez que deleitaba.
Mis amigos mexicanos me dicen que se trataba seguramente de la edición de Porrúa, que ellos coinciden en que era en siete tomos aunque, contrariamente a mi recuerdo, no grandes sino más bien “normales”. Quizá no fuera la de Porrúa.
No tardé en quedar absorto en la lectura. Ni tampoco en sentir crecer en mí el miedo a que la historia se acabase. Llegaba al final de un tomo con el inmenso placer de pasar al siguiente y el terror ante la inminencia del séptimo, que se avecinaba imparable. No sé cuánto tardé en leer la novela. Sí puedo decir que desde esa experiencia de lector de catorce años hasta la tercera lectura del Quijote, a mis cuarenta y seis años, ningún libro me inspiró terror tan grande ante el final ineluctable de la narración. Mi madre, a quien de vez en cuando le comentaba lo que iba leyendo y le confesaba el pánico que sentía, me dijo que Tolstói había escrito otros grandes libros, como Ana Karénina. Pero el solo nombre de Karénina (que ella pronunciaba Karenína) me ahuyentaba, situaba la novela entre los libros para adultos, cosas de amor, palabrería aburrida, debía tratarse de una obra “sin la menor acción".
Acabé el séptimo tomo decepcionado por las disquisiciones filosóficas del autor. No sé si en esa edición habían respetado en su integridad los interminables epílogos de Tolstói sobre su manera de ver la Historia, el papel superfluo de los líderes y el papel decisivo del individuo del pueblo, según su teoría “termodinámica” de la sociedad vista como un conjunto gaseoso de moléculas. Lo que reverberaba en mí era la calma recobrada al final en el hogar de Pierre y Natasha (no le creí a Tolstói cuando describe una Natasha entrada en carnes, aburguesada, sin el encanto de su adolescencia) y los cientos de momentos trepidantes de emoción, como la batalla de Austerlitz, la muerte del viejo príncipe Bolkonski, el incendio de Moscú, las fastuosas recepciones en los salones de San Petersburgo y las mil conversaciones de las que había sido ávido testigo en los dos o tres meses (supongo) que me llevó esa primera lectura del libro que, desde entonces, considero la mayor pieza literaria de la historia.
Fortalecida en su papel civilizador, mi madre no me hizo concesiones.
–Ahora vas a leer un libro corto: el gran mol.
–¿El gran qué?
–Es un libro francés. Se escribe M-e-a-u-l-n-e-s. El gran Meaulnes.
Lo cogí con pinzas, pero la intuición de mi madre era certera: a las pocas páginas estaba vibrando de emoción.
Y al final, demasiado mayorcito como para correr a refugiarme en sus faldas, me encerré desesperado en mi habitación, donde Cazadores de microbiosy la biografía de madame Curie me miraron toda una tarde como reprochándome.
Así fue mi iniciación a la lectura. Siete años más tarde, residiendo en Columbia, la universidad de Nueva York en donde me hice físico, descubrí The Brothers Karamazov, en la traducción al inglés de Constance Garnett. La calidad de esta traducción, de la que no fui consciente entonces, hizo nacer en mí la adicción a la literatura rusa.
Un día descubrí en la librería de la universidad War and peace, también traducido por Garnett. Fue mi segunda lectura de la novela de Tolstói y experimenté un sacudón inesperado: ¿era la misma novela que había leído a mis catorce años? Aquellos siete tomos de mi infancia estaban perdidos para siempre y no podía comparar las versiones. Escenas enteras me parecían nuevas, como así el humor de muchos diálogos y la precisión en los relatos estratégicos y en las descripciones de los campos de batalla, los salones y los personajes. ¿Qué había leído yo siete años antes? Nunca pude aclararlo. Sí puedo decir que, en la traducción de Constance Garnett, esa última parte en donde Tolstói da rienda suelta a sus teorías sobre la Historia me resultó, a mis veintiún años, extraordinariamente interesante. Estábamos en 1952 en Estados Unidos, donde el senador Joe McCarthy sembraba el miedo y la gente recelaba del prójimo exactamente como Arthur Miller lo pondría en escena al año siguiente en Las brujas de Salem. El vigor con que Tolstói condena a los personajes históricos con nombre y apellido tenía todo lo necesario para contrarrestar en mí ese recelo. Me ayudó mucho en cambio a recelar de quienes recelaban y, con ello, a ir forjando mis propias opiniones sobre el momento que vivíamos en Nueva York. Me permitió relativizar las ventajas de estudiar en esa ciudad y me alentó en mi decisión de dar un vuelco y volver a Buenos Aires para, luego, dar el salto definitivo a Europa.
No volví a leer Guerra y paz—como comencé por entonces a llamar la novela, en lugar de La guerra y la paz– hasta más de veinte años después, en la Italia de los setenta. Fue en la edición Gallimard de la traducción francesa de Boris de Schloezer, cuya primera sorpresa fue para mí que los personajes hablaran tanto en francés – “en français dans l'original”, se aclaraba a pie de página. La edición mexicana, que yo recordara, no tenía nada en francés; la traducción de Constance Garnett lo trae todo en inglés. Ahora, en la edición de Gallimard, las primeras palabras, en cursiva para indicar que así está en la versión original del propio Tolstói, eran:
—Eh bien, mon prince! Gênes et Lucques ne sont plus que des apanages de la famille Buonaparte! Non, je vous préviens que si vous ne me dites pas que nous avons la guerre, si vous vous permettez encore de pallier toutes les infamies, toutes les atrocités de cet Antéchrist (ma parole, j'y crois), je ne vous connais plus, vous n'êtes plus mon ami...
Etc., etc., etc. Hablaban en francés esos personajes. ¿Por afectación? Mis amigos filólogos me señalaron que en la época el francés era la segunda lengua en Rusia, pero para mí no era “normal” que dos rusos se hablaran en francés, como no lo podría ser que se hablaran en francés dos italianos o dos españoles.
Pero no fue ésa la única sorpresa. Esta vez, a mis cuarenta bien cumplidos, viví (más que leí) los vericuetos del alma de los personajes —la bondad innata de Pierre Bezújov en su búsqueda espiritual, la ingenuidad encantadora de una Natasha Rostova que descubre el amor, el despiadado tormento interior del príncipe Andréi Bolkonski, la pasión ardiente de Napoleón por el poder. Y comprendí algo más: la novela no había cambiado en mis tres lecturas, era la misma novela. Quien había cambiado era yo. Era yo quien, en cada lectura, descubría un nuevo libro, escondido bajo las mismas palabras. Y tuve la extraña sensación de que Guerra y pazno era uno sino varios, quizás muchos libros, todos contenidos dentro del mismo texto de Tolstói.
Mi cuarta lectura de la novela tuvo lugar en Madrid, en 1998. Esta lectura volvió a ser en inglés, pero en la traducción de Louise y Aylmer Maude editada por Oxford University Press por primera vez en 1922 y, en versiones revisadas, reeditada diez veces, la última, según consta en el tomito primoroso que tengo ante mis ojos, en 1965. El primor de esta edición merece dos palabras.
Se trata de una especie de pequeño breviario, de sólo 9 por 15 centímetros, encuadernado muy sobriamente en tela color burdeos, impreso (en un cuerpo pequeño pero muy legible) en el llamado “India paper”, delgadísimo y livianísimo. Tan delgadísimo que las más de mil seiscientas páginas de esta edición dan un espesor de apenas tres centímetros y medio; y tan livianísimo que es mucho más liviano que el clásico “papel Biblia”. Ya no se fabrica: me lo dijo por teléfono, con voz quebrada, el director de producción de Oxford University Press.
¿Y qué me aportó esta cuarta lectura? Emoción sin fin.
Es posible que la edad reblandezca a la gente, pero me veo una madrugada de mediados de 1998, preparándome a las seis de la mañana un café en la cocina de mi casa y con el corazón partido, no por la muerte sino por las últimas palabras del viejo Bolkonski a su hija, la princesa María, a quien le pide que se ponga el vestido blanco, porque le sienta bien. O por el deambular de Pierre en las calles de Moscú ocupada. O por el vigor con que Nikolái Rostov lidia con la sublevación de los siervos.