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Cyteen 3 - La Vindicacion
  • Текст добавлен: 6 октября 2016, 23:13

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Автор книги: C. J. Cherryh



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Y él veía muchas cosas, en efecto. Ari se dio cuenta al escudriñarle el rostro. Justin no trataba de disimular su preocupación. Solamente la observó durante muchísimo rato.

–¿Nos están vigilando? —preguntó.

–Mis tíos —respondió ella—, probablemente. —Sin decir que ella sí podía hacerlo—. Tal vez termine en el Archivo. Supongo que tratan de grabarme siempre que pueden, porque yo los eché de mi dormitorio hace mucho. No te preocupes. No importa lo que escuchen. No pueden negarme nada que necesite aprender. No pueden causarte problemas.

–Para ser la que detuvo al Concejo de Novgorod, pareces bastante inocente.

–No van a hacer nada, te lo aseguro.

–¿Por qué? ¿Porque tú lo aseguras? Tú no administras Reseune, sino tus tíos. Y lo harán durante unos cuantos años todavía. Ari, Dios mío, Dios mío, Ari...

Apartó la silla, se levantó y salió por la puerta.

Y ella se quedó sentada allí, con Grant al otro lado de la desordenada oficinita, mirándola no como un azi, pero muy frío y muy preocupado, como si ella tuviera la culpa de algo.

–¡No va a pasar nada! —le espetó Ari a Grant. Grant se levantó y tomó el informe del escritorio de Justin.

–Eso es suyo —dijo ella y puso una mano sobre el informe.

–Le pertenece a usted. Puede llevárselo de nuevo o puedo guardarlo en la caja fuerte. No creo que Justin quiera enseñarle nada más por hoy, joven sera. Supongo que leerá con cuidado lo que le ha dejado. Pero usted acaba de enterrarlo. Y supongo que a mí también. Seguridad nunca creerá que yo no estaba involucrado.

–¿Quieres decir en lo de su padre? —Ella miró a Grant desde una posición de desventaja porque Grant se alzaba sobre ella, junto a la silla—. No importa. Khalid no va a durar en el puesto. Seis meses más y no habrá problema. Defensa va a portarse bien de nuevo y no habrá problemas.

Grant la miró un momento con los ojos muy abiertos. Después dijo:

–Libere a Jordan, ¿por qué no lo hace, joven sera? ¿Tal vez porque no puede? Por favor, váyase. Yo guardaré esto para él.

Ella se sentó un momento más allí mientras Grant cogía el informe, lo llevaba a la caja fuerte en la pared y lo guardaba. Después Grant se fue.

Y la dejó, la dejó allí.

Así que ella también salió, caminó por el vestíbulo con un nudo en la garganta.

Justin se sintió mejor en casa con una copa entre las manos. Con el informe sobre el regazo. Lo había sacado de la caja fuerte y cuando Grant dijo que era peligroso llevarlo, él le contestó:

–Que me arresten, estoy acostumbrado. ¿Qué mierda importa?

Así que se sentó con un whisky con mucha agua a leer el párrafo de la página 330, una y otra vez.

–Dios —suspiró, cuando terminó de leerlo por segunda vez, tratando de entender el precioso contenido a través de las limitaciones de las palabras. Era valioso, era como una luz que se mueve sobre un área muy pequeña, pero no había nada pequeño ni incongruente en la ilación de las ideas—. Está hablando de valores. La forma en que se entrelazan la red del ego y los grupos de valores en una psique azi y los estilos de integración, por qué unos son mejores que otros. Necesitaba esto, desde el principio. Tuve que resolverlo yo mismo. Mierda, Grant, ¿cuánto más de lo que hice ya está en esos Archivos, esperando? Es una idea horrible, ¿no te parece?

–No es verdad —replicó Grant—. Si lo fuera, Ari estaría haciendo el trabajo.

–Creo que sé por qué le interesé —dijo él—. Al menos, una parte del motivo. —Tomó otro sorbo y hojeó el informe—. Me pregunto cuánto de esto se debe a nuestra Ari. Si es algo que Ari senior le sugirió que hiciera, y le dio el esquema, claro, o si es Ari la que lo concibió. Es un proyecto como para una graduación. Ni más ni menos. Una tesis. Y me doy cuenta ahora de la forma en que Ari debió haberme visto, cuando yo tenía diecisiete años y era totalmente inocente con respecto al diseño. Pero hay mucho más en esto. El trabajo del modelo es de primera.

–Ella tiene una base importante en los ordenadores de la Casa para ayudarla —dijo Grant—. Puede sacar tiempo de redes a las que tú ni siquiera podías consultar cuando tenías su edad.

–Con una infraestructura que a su edad yo ni siquiera sabía que existía. Sí. Y no tenía su experiencia ni muchas otras cosas de las que ella dispone... Yo era más joven, en varios sentidos. Mierda, trabajó mucho en esto. Y claro, no dijo ni una palabra de lo que estaba haciendo. Creo que es obra suya. Todo el modelo es de lo más inocente, puso dos bombas de relojería en el grupo central y eso es demasiado si está tratando de causar un fallo, pero seguramente lo va a hacer funcionar puliéndolo cada vez más. Tal vez comparando una tendencia con otra. —Otro sorbo y un movimiento de aprobación con la cabeza—. Ya sabes lo que significa, ¿verdad? Es un soborno. Dos ventanitas hacia esas notas de Archivo y las dos totalmente inéditas. Y yo estoy aquí sentado, tratando de pensar qué más puede haber ahí dentro, cosas que podrían hacer que todo mi trabajo sea obsoleto antes de que se publique, o ser la clave de cualquier cosa que yo pudiera hacer de ahora en adelante o de lo que podría haber hecho si Ari no hubiera muerto asesinada. Y estoy sopesando todo eso contra la idea de perder años de contacto con Jordan. Contra la posibilidad de que ninguno de los dos pueda nunca...

La voz se le quebró otra vez. Tomó un trago y miró la pared.

–Porque no hay salida —concluyó después de tomar más tragos de whisky y sentirse mareado—. Ni siquiera sé por qué ni qué parte de este informe es real, ni cuánto de Gehenna hay en esto. —Miró a Grant y se odió por la situación en la que estaba, porque era la oportunidad de Grant de ir a Planys la que había estallado, tanto como la suya. Grant se había quedado sentado, esperando en casa durante las otras visitas, porque todo el peso de la ley y las costumbres y los hechos prácticos de la vulnerabilidad azi de Grant a la manipulación y su habilidad para recordar y enfocar en una instrucción, todo eso le había impedido ir a Planys hasta el momento.

Ahora, los carceleros tenían la última excusa, si es que alguna vez habían necesitado una.

–No tenía ni idea —le dijo a Grant—. No tenía ni idea de lo que ella estaba haciendo ni de adonde quería llegar.

–Ari no es totalmente inocente en esto —replicó Grant—. Si está trabajando en lo de Gehenna, y quiere trabajar contigo, sabe que esto será mal recibido en algunos círculos; y que tú entenderás enseguida los diseños. Ari está acostumbrada a salirse con la suya. Más que eso, está convencida de que es importante que ella se salga con la suya. Ten cuidado. Ten mucho cuidado con ella.

–Ella sabe algo, algo que tiene que ver con Gehenna, y es una cuestión que no se ha hecho pública. Grant lo miró un rato largo con dureza.

–Ten cuidado —repitió—. Por favor, ten cuidado, Justin.

–Mierda, yo... —La frustración en la voz de Grant lo golpeó de pronto, le hirió los nervios a flor de piel, incluso a través del whisky. Dejó el vaso y apoyó los codos sobre las rodillas, las manos sobre la nuca—. Señor, Señor. —Las lágrimas le llenaron los ojos, no había llorado así desde hacía años. Cerró los ojos y los apretó, trató de detener las lágrimas mientras sentía el silencio doloroso de la habitación.

Después de un rato, se puso en pie y añadió más whisky a su vaso. Se quedó de pie, mirando el rincón hasta que oyó que Grant se levantaba y caminaba hasta el bar. Entonces lo miró, cogió el vaso de Grant y le añadió más hielo y whisky.

–Algún día la situación va a cambiar —murmuró Grant, cogió el vaso y lo tocó con el de Justin, un ruidito frágil, leve, de vidrio contra vidrio—. Trata de no perder el equilibrio. No puedes hacer nada más. El escrutinio de la elección terminará en otoño. Toda la situación puede cambiar, no de la noche a la mañana, pero puede cambiar, te lo aseguro.

–Khalid podría ganar.

–Y nos podría caer un meteorito. ¿Nos preocupamos por eso? Basta. Ven a dormir. ¿De acuerdo?

Justin se estremeció, bebió el resto del trago y volvió a estremecerse. No podía emborracharse lo suficiente.

Golpeó el vaso contra el bar y se alejó de un empujón. Haría lo que Grant le había pedido.

II

Ari —había dicho la voz de Justin por el Cuidador—. En mi oficina por la mañana.

Así que ella había ido, ya lo estaba esperando cuando él llegó y la saludó al abrir la puerta. Había acudido solo a la cita, hecho excepcional.

–Ari, te debo una disculpa, una disculpa muy seria por lo de ayer. —Tenía el informe con él, lo dejó sobre el escritorio e hizo sonar las páginas con los dedos—. Tú lo hiciste. Tú misma. Fue idea tuya.

–Sí —dijo ella, ansiosa.

–Es notable. Es un trabajo realmente notable. No digo que esté bien, entiéndeme, pero voy a tardar un poco en leerlo, no sólo por el tamaño. ¿Le enseñaste esto a tu tío?

Ella negó con un gesto. Resultaba difícil hablar con coherencia. Casi no había dormido.

–No, lo hice para ti.

–Y yo no te lo agradecí mucho. Discúlpame. Yo también he pasado por eso con Yanni. No quise hacértelo a ti.

–Entiendo que estés preocupado. En serio. —Grant podía llegar en cualquier momento y Ari quería decir eso antes—. Justin, Grant se enfadó conmigo. Tenía razón. Pero yo también tengo razón. Si Reseune está a salvo de nuevo, podrás viajar. Si no, nada podrá ayudarte y esto no tendrá ninguna importancia, en realidad, esto te pone más a salvo porque no hay forma de que te ataquen a ti o a tu padre sin atacarme a mí, porque tu padre trabajó en tus cosas y eso significa que está trabajando contigo y tú conmigo. Lo único que tiene que hacer, Justin, lo único que tiene que hacer, si quiere mi ayuda, es no hacer nada contra mí. No me importa si le gusto o no. Lo único que quiero es que las cosas vayan mejor. Calculé el peligro que representaba trabajar contigo, en serio, lo pensé mucho, pero tú eres el que necesito, porque trabajas a largo plazo y con grupos de valores, y eso es lo que me interesa. No soy una niña estúpida, Justin. Sé lo que quiero hacer, y Yanni ya no puede ayudarme. Nadie puede ayudarme. Así que acudí a ti. El tío Denys lo sabe. Dice, dice que vaya con cuidado. Pero también me dice que eres honrado. Y yo también lo soy. ¡No! —exclamó cuando élabrió la boca—, no, déjame acabar. No voy a robarte nada. Piénsalo. ¿Qué te parece si publicamos algo con tu nombre, el mío y el de tu padre? ¿No crees que eso impresionaría a los del Departamento?

El se sentó.

–Denys lo sabría, Ari, y no creo que lo aprobara. Estoy seguro de que Giraud no lo aprobaría.

–¿Sabes lo que les diría a mis tíos? Les diría que un día voy a tener que dirigir Reseune. Estoy tratando de arreglar la situación. No quiero que las cosas sigan como cuando mandaban ellos. Déjame intentarlo mientras tengo tu consejo. O después, cuando ya no lo tenga. Él la asustó por un momento. Tenía la cara muy tensa y muy pálida. Después apareció Grant en la puerta, así que él respiró hondo y prestó atención a Grant.

–Buenos días. El café no está preparado. Todavía.

–Comprendo —dijo Grant. Hizo una mueca y buscó la jarra para ir a ponerle agua.

–Ari —dijo Justin entonces—, te deseo suerte con tus tíos. Más de la que tuve yo. Es todo lo que voy a decirte. Algún día no me encontrarás en mi casa si no andas con cuidado. Estaré en Detenciones. Te lo digo para que sepas dónde buscarme. Para serte sincero, hoy ya lo esperaba. Y no estoy seguro de que puedas impedirlo, no importa el poder que creas tener en la Casa. Espero equivocarme. Pero voy a trabajar contigo. Haré todo lo que esté en mi mano. Tengo más preguntas para empezar. ¿Por qué instalaste dos variables?

Ella abrió la boca. Quería hablar de lo otro. Pero él no. Había cerrado ese tema como una puerta y le había dirigido una pregunta importante. Y Grant volvía con el agua. La estaban Trabajando, estaban haciendo todo en el momento preciso. Y él había dicho lo que quería decir.

–Porque una es una acción y otra es un sustantivo. «Defended» puede cambiar y también «base». Y habrá un enemigo exterior o al menos la posibilidad de uno si eso pasa. Y no van a tener cinta después de los primeros años. Gehenna no tuvo cinta.

Justin asintió con lentitud.

–Ya sabes que mi padre se especializa en grupos educacionales. Que Gehenna tiene consecuencias políticas. Hablas de mi trabajo en colaboración con él. Sabes lo que estás haciendo cuando me pones esto por delante. Sabes lo que podría costarle. Y a mí. Si algo sale mal, si algo estalla, nosotros seremos los culpables. ¿Comprendes?

–Nada va a salir mal.

–Nada va a salir mal. Joven sera, ¿sabes lo superficial que me suena eso? Por favor, sé más sabia. No más ingeniosa. Más sabia. ¿Me oyes?

Dios. Complicaciones. Complicaciones con Defensa. Con la política. Con él. Con todo.

–Bueno —suspiró Justin—. Ahora ya lo sabes. Solamente quiero que lo entiendas. Tu idea sobre el cambio y el flujo semánticos es bastante buena. Pero un poco simple, porque habrá diversidad ocupacional y eso afecta la semántica, y además...

Otro cambio de dirección. Firme, definitivo.

–Se quedan en la agricultura. Él asintió.

–Trabajemos con esto, paso a paso. Te explicaré mis objeciones y tú las anotarás y me darás tus respuestas.

Ella se dedicó a eso, con fuerza, como le habían enseñado Florian y Catlin, la mente concentrada en lo que hacía. Trató de no distraerse, pero no era fácil, ella no era azi, y había muchas cosas que le importaban a él, muchas complicaciones y él le hablaba con mucha suavidad. Totalmente distinto a Yanni. Podía llegar por el flanco y sorprenderla, cosa que muy poca gente podía hacer.

Podía pasar de estar enfadado a mostrarse encantador; y los dos estados de ánimo parecían auténticos, los dos se sentían como reales.

Ella percibió la desaprobación de Grant desde el otro extremo de la habitación. No había nada que pudiera hacer con eso. Si se ganaba a Justin, se ganaría a Grant, era así de simple. Y había empezado a avanzar algo con Justin. Lo puso en varias columnas y pensó que, en general, a pesar de lo complicado que era Justin, le había dado mucho.

III

—Fue bueno conmigo —les dijo a Florian y a Catlin durante la cena—. De verdad. Y yo creo que fue sincero.

–Lo vigilaremos —determinó Florian.

Por entonces ya hacían menos trabajo en los Barracones. De vez en cuando iban a seguir un curso, por un día. Habían ido esa mañana. Catlin tenía un arañazo en la mano y un golpe en la mejilla, pero estaba contenta con ella misma, lo cual significaba que estaba complacida por la forma en que habían ido las cosas.

Sobre todo estudiaban en cinta. Las cosas eran reales ahora, casi todas. Y leían los informes que les llegaban del Departamento de Defensa y todas las idas y venidas en las instalaciones que rodeaban las propiedades de Reseune.

Había habido muchas maniobras sucias, intentos de crear escándalos alrededor de Reseune. Intentos de que el personal de Reseune hiciera declaraciones públicas. Khalid era mucho más eficiente en las bambalinas que frente a las cámaras y había ganado terreno mientras Giraud le decía a ella que no, no, no hay ninguna ventaja en hacer un debate. Él puede formular acusaciones. En el momento en que las refutes, vuelves a ser noticia y la cosa ya estará de nuevo en marcha.

Pero ella hubiera preferido ser noticia para poder meter a Khalid en problemas.

Se había dado una alarma la semana anterior. Un bote perdió el motor y llegó a tierra justo debajo de la estación de precipitados número 10. Algunos CIUD se habían ofendido por el nivel de seguridad que había en ese lugar y un senador centrista de Svetlansk había usado la noticia para su beneficio y propuso una investigación sobre la brutalidad de la Seguridad de Reseune.

Y no tuvo importancia que el CIUD en cuestión hubiera tratado de recuperar de manos de Seguridad una bolsa que, según se supo después, contenía un número bastante cuestionable de drogas de prescripción. El CIUD dijo que eran legales y que él tenía un problema respiratorio agravado por la tensión. Había presentado una demanda por daños y perjuicios.

Había una directiva enviada a Seguridad que confirmaba el apoyo de Reseune al guardia. Pero Florian estaba preocupado, y Catlin también se preocupó cuando Florian señaló que tal vez había sido deliberado y que si nadie había pensado en crear un incidente con Seguridad frente a las cámaras, alguien lo haría tarde o temprano, posiblemente Khalid y probablemente en Novgorod.

Os voy a decir una cosa, les había tranquilizado ella cuando los dos se lo plantearon, no os preocupéis por eso. Si fue preparado, si fue preparado, eso es algo que puede beneficiar a nuestros enemigos. No dudéis de vuestra cinta y reaccionad, reaccionad al nivel que os indique la cinta. Si yo estoy viva, puedo manejar lo que sea, políticamente. ¿Lo dudáis?

Ellos habían dicho que no, solemnemente.

Así que ella golpeó la mesa con la mano y ellos saltaron como una bomba que explota, asustados y pálidos.

–Os he Atrapado —dijo ella—. Pero sois bastante rápidos. Ha sido un ejercicio de «adelante» y «alto. Muy rápido.

Dos o tres respiraciones después, Florian dijo:

–Ha estado muy bien, sera. Pero no debería asustarnos así.

Ella se había reído. Y había palmeado la mano de Florian y la de Catlin; Catlin estaba seria y atenta, como se ponía siempre que estaba alerta.

–Vosotros sois mi personal. Haced lo que yo os diga. No lo que diga Denys. No lo que os dicen vuestros instructores. Ni ninguna otra persona.

Así que cuando Florian dijo: Lo vigilaremos,la frase tenía cierto tono de amenaza.

–Es mi amigo —insistió ella, para que lo recordaran.

–Sí, sera —aceptó Catlin—. Pero nosotros no damos nada por sentado.

–Los Enemigos son lo más fácil de prever —dijo Florian—. Los Enemigos no pueden entrar aquí.

Era de sentido común. Ella ya había sabido todo aquello en el pasado, cuando eran pequeños, en el apartamento del tío Denys.

–Las hormonas son una porquería. Hacen cosas terribles con las ideas. Tenéis razón. Haced lo que tengáis que hacer.

–¿Hormonas, sera? —preguntó Florian. Ella se encogió de hombros, incómoda. Pero no había celos en eso, sólo preocupación.

–Es atractivo —explicó—. Eso tiene que ver, ¿no os parece? Pero no estoy loca, claro.

Se sentía rara con respecto a eso. Asustada. Y pensó en los tiempos en que no había tenido tanta contradicción alrededor.

Así que se puso a pensar en Nelly y se le ocurrió que hacía mucho que no la veía y la buscó la mañana siguiente, una Nelly un poquito gorda, y ocupadísima con sus pequeños en la guardería.

Nelly tuvo un poco de problema en situarla, como si los cambios fueran demasiados o hubiera transcurrido demasiado tiempo.

–¿Joven sera? —dijo Nelly, parpadeando—. ¿Joven sera?

–Me acordé de ti —dijo ella—. ¿Cómo estás? ¿Eres feliz?

–Ah, sí. Sí, joven sera. —Un bebé empezó a llorar. Nelly lo miró, preocupada, por encima del hombro. Alguien se ocupó del niño—. Ha crecido mucho.

–Sí. Tengo dieciséis años, Nelly.

–¿Tantos? —Nelly volvió a parpadear y meneó la cabeza—. Usted fue mi primer bebé.

–Y soy la mayor de tus bebés. ¿Puedo invitarte a comer, Nelly? Ponte la chaqueta y ven a almorzar conmigo.

–Bueno, yo... —Nelly miró las hileras de cunas.

–Ya se lo he pedido a tu supervisor. Y ha aceptado. Ven.

Fue raro. En cierta forma, Nelly todavía era Nelly, preocupada por su aspecto, preocupada por el de Ari. Se estiró y le enderezó el cuello y Ari sonrió a pesar de que se había movido un poco como para defenderse, porque no había nadie más en todo el universo que hiciera eso por ella.

Pero antes de terminar el almuerzo ya sabía que la pequeña idea melancólica que había tenido de llevar a Nelly a su apartamento carecía de sentido.

La pobre Nelly nunca entendería las presiones que sufría Ari, no entendería la biblioteca de cintas, desde luego.

Nelly estaba contenta porque había encontrado de nuevo a uno de sus bebés. Y Ari escribió una nota para decirle al supervisor de la guardería que Nelly debía recibir una cinta de recompensa: no podía hacer nada más por ella, además de ir a decirle que la mayor de sus bebés estaba muy bien.

Que la mayor de sus bebés era... lo que era. Nelly no podría entenderlo.

Pero la conmovió que Nelly volviera a arreglarle el cuello antes de separarse de ella. Se le formó un nudo en la garganta y se sintió tibia en el camino hacia el vestíbulo.

Fue hasta el cementerio, donde había una pequeña inscripción que decía Jane Strassen, 2272-2414. Y se sentó allí un largo rato.

–Sé por qué no me escribiste —le dijo a nadie en particular, porque mamá se había ido hacia el sol, como Ariane Emory—. Sé que me amabas. Ojalá me escribiera Ollie. Pero ya entiendo por qué no lo hace, y tengo miedo de escribirle, porque Khalid ya sabe demasiado de la gente a quien amo sin eso.

»Hoy he visto a Nelly. Está contenta. Tiene muchos bebés que cuidar, pero no le importa lo que lleguen a ser, sólo quiere que sean bebés, nada más. Es muy buena, es buena en una forma que no encuentro en otros.

»Sé por qué no querías que me acercara a Justin. Pero ahora somos amigos, mamá. Recuerdo la primera vez que lo vi. Es mi primer recuerdo, nosotros en el salón y Ollie, que me llevaba en brazos. Y el cuenco de ponche, y Justin y Grant al otro lado de la habitación; y yo. Recuerdo eso. Y recuerdo la fiesta que tuvimos después en casa de Valery.

»Me va bien, mamá. Soy todo lo que querías que fuese. Ojalá me hubieras dejado algo, como Ari senior. Porque me gustaría saber tantas cosas.

»Pero en general, me va bien. Pensé que te gustaría saberlo.

Era una estupidez. Claro que mamá no sabía nada. Estaba al borde de las lágrimas y se quedó allí sentada, sobre el banco, un largo rato, y se recordó con el brazo enyesado, la tía Victoria, Novgorod, Giraud y todo lo que había pasado.

Se sentía sola. Ese era el problema. Florian y Catlin no podían experimentar la contradicción como ella la sentía, y Ari deseaba que cuando se derrumbaba como ahora, hubiera alguien que pudiera decirle como mamá: Mierda, Ari, ¿qué carajo te pasa?

–Es que me siento sola, mamá. Florian es bueno. Pero no es como Ollie. Antes que nada es de Catlin. Y no quiero interferir con eso.

»Ojalá me hubiera hecho un Ollie también. Alguien que fuera solamente mío. Y si hubiera un Ollie, Florian estaría celoso, sobre todo porque él sería otro azi y estaría cerca de mí, no celoso como un CIUD.

»No soy como Ari senior, no del todo. He sido mucho más inteligente que ella en lo del sexo. No eché a perder la relación de mis amigos. Ellos la echaron a perder solos. Stasi no le dirige la palabra a Amy. Por lo de Stef Dietrich. Y Maddy está asqueada y enojada. Es horroroso. Y yo estoy tan confundida que quisiera morirme. Deseo a Florian y sé que es inteligente seguir con él, pero siento que hay algo en mí que sigue..., que sigue estando solo sin remedio.

»Y me siento triste cuando lo pienso, pero Florian no alivia esa parte solitaria que hay en mí. Solamente me hace sentir bien durante un rato. Incluso mientras lo hacemos, ya sabes, a veces todo está bien y a veces siento que estoy muy sola. Él no conoce todos mis problemas, pero lo intenta, y nunca me va a decir que no, yo tengo que decírmelo a mí misma. Siempre debo andar con cuidado. Éste es el problema.

»Creo que es como flotar en el espacio, mamá. No hay nada a mi alrededor, nada en años luz. A veces, siento que prefiero tener a Florian antes que a ningún otro porque no hay nadie que me entienda como él cuando estoy deprimida o cuando tengo miedo. Pero hay una parte de mí que él no puede alcanzar ,ése es el problema. Y creo que él lo sabe.

»Eso es lo peor. Está empezando a preocuparse por mí. Como si fuera culpa suya. Y yo no sé por qué le estoy haciendo esto. Estoy muy enfadada conmigo misma. Ari habló de hacer daño a Florian, a su Florian. Y eso me asusta muchísimo, mamá. No quiero hacerlo, nunca, nunca. Pero lo estoy haciendo cuando le hago sentir que mis problemas son culpa suya.

»¿ Alguna vez tuviste ese problema con Ollie?

»Tal vez debería ir a la ciudad y tratar de hacerlo con algunos de los azi que hay allí, hacer ese tipo de cosa. Tal vez alguien de la clase Mu, por ejemplo, ¿quién sabe? Uno mayor. Alguien a quien no pueda hacer daño.

»Pero eso me da vergüenza o algo parecido. Al tío Denys le daría un ataque. Diría... Dios, no puedo hablar de esto con él. Además, heriría a Florian. Él seenfadaría un poco si lo hiciera con Stef, pero no se sentiría herido.

»Pero un azide la ciudad... No podría hacerle eso. No creo que Ari senior hiciera algo parecido. No lo encuentro en los archivos. Y ya me fijé.

»Creo que me estoy portando como una tonta. Amo a Florian, en serio. Si hay problemas, son mis problemas, no los suyos. Debería volver allí y ser mucho más buena con él, dejar de lado mi egoísmo, eso es lo que tendría que hacer. La soledad es mental, nada más.

»En general, en general, supongo que sí.

»Mierda, mamá. Ojalá me hubieras escrito. Ojalá Ollie me escribiera.

»Ahora es un CIUD. Es Oliver AOX Strassen. Tal vez piensa que sería presuntuoso escribir, como si yo fuera su hija.

»Tal vez quiso olvidar esta etapa. Nunca dejará de ser azi en los grupos profundos, ¿verdad?

»Pensé pedir a los laboratorios que me hicieran otro.

»Pero le enseñaste lo importante. Y yo no soy tú y no puedo convertirlo en Ollie. Además, Florian y Catlin estarían muy celosos, como Nelly cuando llegaron ellos. Y no quiero hacerles esto.

»Ojalá estuvieras aquí. Mierda, seguramente deseaste matarme más de una vez. Pero hiciste un buen trabajo, mamá. Estoy bien.

»En general, estoy bien.

IV

—No funciona —dijo Justin—. Mira. Va a haber un aumento en la fluctuación de los microgrupos. Puedo predecirte lo que sucederá.

–Pero podría ser proporcional. Eso es lo que te pregunto. Si es proporcional, yo tendría razón ¿verdad? Él asintió.

–Sé lo que estás diciendo. Pero te aseguro que es más complicado. Mira. Preparaste una educación por línea materna. Eso significa que tienes el grupo AJ, aquí, que va a ir con PA, ahí está el problema: tienes un número bastante elevado de Alfas, tal vez más de los que deberías. No puedo imaginar lo que harán con tus instrucciones.

–Pregunté a Florian y a Catlin cómo interpretarían la instrucción de defender la base. Florian dijo que construiría defensas alrededor del perímetro y esperaría a ver si hay otra inteligencia en el planeta. A Catlin le pareció bien, y añadió que habría que entrenar a la gente para la próxima generación. Florian estuvo de acuerdo pero dijo que no podían ser todos expertos, que alguien tenía que hacer los otros trabajos. Pero sus psicogrupos no están en este conjunto. Pregúntale a Grant.

–¿Grant?

Grant giró la silla y se reclinó un poco.

–En general, creo que estoy de acuerdo con ellos, pero todos tendrán que entrenarse de alguna forma o no estarás siguiendo tu directiva central o tendrás algunos que no la estarán siguiendo excepto por abstracción. En cuanto hagan la abstracción y se den cuenta o decidan que plantar patatas también es una defensa, empezará un cambio bastante grande. Todo empezará a estar interrelacionado. Tu definición de basepuede variar o no en este punto, y si yo estuviera al mando, me preocuparía por eso.

Era una buena respuesta. Ari suspiró y reflexionó acerca de ello.

Y pensó: Mierda, es inteligente. Y social. Y tiene treinta años. Tal vez ése sea el problema, conmigo y con Florian. Florian y Catlin están aprendiendo todavía, aprenden su trabajo. Y yo también. Pero Grant...

Grant es un diseñador. Ésa es una de las diferencias.

–Manejé esta abstracción —dijo ella– para que hubiera un cambio como ése. Porque no están bajo presión y al principio no hay ningún Enemigo. Pero creo que tienes razón, dos variables van a hacer estallar todo y lo dejarán lleno de agujeros.

–«Mantener» sería un término más variable que «defender» —dijo Justin—, pero «defender» comporta mucho peso, si alguno de los de tu grupo está socializado. Y aquí dice que hay tres. El AJ, el BY y uno de los IU. Eso significa, tienes razón, que estos tres probablemente harán la interpretación y el pensamiento contradictorio inicial; eso quiere decir que tus grupos de valores van a surgir sobre todo de esos tres puntos. Y eso los mantendrá bastante unidos porque los tres pertenecen a grupos militares. Y probablemente van a darse cuenta de que «defender» la base es un problema multigeneracional. Pero tu Alfa probablemente será menos hábil para comunicarse que la Beta. Así que a mi entender ése será el líder. La Beta.

–Sí. Pero el Alfa puede convencerla.

–Como consejero. Ésa es mi sugerencia. Pero cuanto más inteligente sea el Alfa, menos coherentes parecerán sus instrucciones. Dominará mientras sea cuestión de psicogrupos azi. Pero perderá el poder en cuanto aparezca la segunda generación. ¿No te parece? A menos que esté más socializado que la Beta.

–No tienen rejuv. Es una vida dura. Morirán a los cincuenta o sesenta. Así que los hijos no tendrán más de veinte años cuando tengan que arreglarse con lo que hayan podido aprender hasta el momento.

–Las instrucciones de la Beta seguramente serán más a corto plazo, menos abstractas, más comprensibles para los jóvenes.

–El Alfa crea una religión.

–Dios. Tiene que haber estado muy socializado. Y debe de ser muy maquiavélico. Además, no parece una tendencia normal en un azi.

–Es práctico.

–Pero, si aceptamos que lo hace, ¿entenderían los hijos el valor de la instrucción? ¿O sería solamente memorizar formas y ritos? El rito es un mecanismo de transmisión muy poco eficiente y genera sus propios problemas. Creo que será mejor que empecemos a resolver esto en números y grupos y que tengamos algunos datos sólidos antes de avanzar demasiado con las especulaciones. No estoy seguro de que el Alfa pueda aventajar a la Beta en ningún sentido. Probablemente perderás todo lo que le dieron. Y vas a terminar con una cultura de línea materna, y muy restringida si se da por parentescos. El problema es si los parentescos son instintivos o culturales. Estoy haciendo trampa con eso porque ya leí los informes del Departamento sobre Gehenna. Pero no van a resolverlo, porque había CIUD en la colonia de Gehenna.

Ella almorzó con Maddy y escuchó las últimas noticias sobre la guerra entre Amy y Stasi. Y eso la puso furiosa.

–Si cojo a Stef Dietrich, lo mato —exclamó Maddy.

–No te molestes —dijo Ari—. Te aseguro que Yvgenia debe de haber pensado en eso antes.


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