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Cyteen 3 - La Vindicacion
  • Текст добавлен: 6 октября 2016, 23:13

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Автор книги: C. J. Cherryh



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—Eso también es evidente. —Ella reclinó la cabeza, se volvió hacia Florian, junto a ella—. Pide a Wes que venga a ayudarlo. Voy a tomar trank durante un par de horas. Tengo que descansar.

Justin pensaba lo mismo. Se desabrochó el cinturón, se levantó del asiento y dejó que el médico de Seguridad lo tomara del brazo para conducirlo por el pasillo.

XIV

Grant descansó la cabeza sobre las manos y se las pasó por el cabello.

—Tome —dijo Quentin y le ofreció una bebida de la cocina que en realidad era de Justin y suya.

—Gracias. —Grant cogió el vaso y bebió, sentado en el sofá, mientras Amy Carnath se inclinaba sobre el monitor de la sala.

Justin estaba bien; el avión había despegado. Estaban de vuelta; el peor de los miedos no se había hecho realidad, pero todavía no habían llegado a casa.

Ari había pospuesto la conferencia de prensa hasta el amanecer, y había emitido un boletín tras otro, cada uno más sorprendente que el anterior, hasta que había tomado una decisión y había expresado toda una nueva serie de especulaciones, sin acusar directamente a los pacifistas, pero sí atacando a Khalid por implicación, tal vez hasta insinuando la existencia de un complot en los altos niveles, virtualmente declarándose a favor de la oficialidad.

Luego, después de la conferencia de prensa, llegó un mensaje para Amy a través de la Base Uno, que empezó a dictar instrucciones.

Amy, soy Ari, a través de Base Uno. Esto está previamente grabado, así que no podemos conversar, solamente escucha y haz lo que te digo.

Ha sucedido algo. En el momento de la grabación, ignoro qué es, pero si lo estás recibiendo, es que ha pasado algo muy grave y yo estoy en el hospital, muerta o en algún lugar fuera de Reseune y en peligro.

En primer lugar, protégete.

Segundo, la señal de alerta de la que hablamos está en todo el sistema ahora, así que todos saben que deben cuidarse.

Ayúdalos si puedes. Ahora puedes usar Base Uno con Florian y Catlin, así que puedes conseguir información y actuar sin dejar rastros ni siquiera para Denys o Giraud. La función de Ayuda está bajo la clave Tutor, si la necesitas.

No creo que te ataquen. Saben que la Base Uno usa fuerza letal. No te aconsejo que dejes entrar a otros en el apartamento, pero sigue tu criterio en caso de necesidad extrema.

No uses la Base Uno para buscar información fuera de Reseune. Yo puedo hacerlo pero, por distintas razones no he incorporado esta rutina en este nivel de acceso, sobre todo porque resulta muy difícil hacerlo sin que nadie se entere. He codificado todas las contingencias que se me han ocurrido y si esto se ha activado, probablemente ya te envié una lista de ítems pertinentes vía una transmisión en código en la red a Base Uno.

Es decir:

Intento de asesinato; desde interior de Reseune; Jordan Warrick; no involucrado; Jordan Warrick trasladado; a Reseune; confía en Grant; pero; Justin Warrick; paradero incierto; en Novgorod; cuídate de; Denys.

Grant bebió un trago y miró desoladamente el mensaje del ordenador, códigos en su mayor parte, códigos que le resultaban ininteligibles, y que probablemente Amy tampoco entendía pero el sistema avanzado que se había conectado a la unidad del apartamento de Justin o leía y Base Uno contestaba las preguntas de Amy.

—Mierda —dijo Amy.

A Grant no le gustó el comentario. Esperó que le aclarara las cosas y finalmente se levantó, pero la atención preocupada e instantánea de Quentin lo disuadió de dar ningún paso.

—¿Qué pasa? —dijo él con calma—. ¿Sera?

—¡Mierda! —Amy hizo girar la silla—. Seguridad ha desaparecido de la línea. Toda la red se ha interrumpido.

—Denys se ha dado cuenta —dijo Grant con una sensación de frío y después vio que la pantalla negra se iluminaba de nuevo.

Esta es la función de emergencia del Sistema de la Casa. Alguien ha intentado interrumpir la transmisión. Se ha notificado al Departamento y la interrupción ha sido registrada.

El Sistema se está reintegrando. Fuente de la interrupción: oficinas centrales de Seguridad.

El control del Sistema ha pasado ahora a manos de Ariane Emory.

A todo el personal de Seguridad: esperen órdenes a través de los canales normales. Las oficinas centrales de Seguridad han descendido en el nivel de acceso a No fiables; las oficinas de Administración de la Casa se han degradado a No fiables; el control pasa ahora por RESEUNE UNO.

Dios —respiró Grant y se sentó.

—Bueno, Denys lo ha hecho —dijo Ari y se reclinó en el asiento mirando el mensaje del sistema en la pantalla chata del portafolios mientras Florian y Catlin leían por encima de su hombro.

—Eso parece el trabajo de mi predecesor —observó Florian.

—Tal vez sí. Y mío. Me sorprende que Seely haya dejado que Denys intentara este movimiento.

—Probablemente Seely está cumpliendo órdenes —aventuró Catlin—. Seely habría aconsejado a Denys que no lo hiciera.

—¿Acaso no esté ahí?

—Tal vez no —admitió Catlin—, pero sobre todo, supongo que están preparándose para defender el Ala Administrativa.

—No me extrañaría —dijo Florian—. El sistema tal vez ha bajado los accesos de su Base, sera, pero estoy seguro de que él ya habrá puesto las cerraduras en manual.

—Quiere que negociemos. No va a ganar nada con esto. Denys quiere ser inmortal. Giraud está ahí, en ese tanque, y Denys no puede controlarlo todo.

—Seguridad no va a aceptar que nadie use su propia organización contra la Casa —comentó Catlin—. Comprendo a Abban, y también a Seely. Algunos de los otros...

—¿Yakob? —sugirió Florian.

—Podría deberse a una cinta rara. Una cinta rara para toda esa sección de seniors. Dispusieron de veinte años para hacerlo. No confío en ninguno de ellos.

—No cuente con que los sistemas Administrativos se hayan cortado, sera —dijo Florian—. Podría haber una forma, compruebe si hay una orden para equipo de sistema Q pagada por Administración.

—Seguridad 10: adquisiciones: Administrativas: equipo de ordenador. Registro. ¿Por qué? ¿Crees que eso puede haber provocado el problema en Seguridad?

Florian se retrepó en el asiento, asintió vigorosamente mientras ella miraba por encima de su hombro.

—Adquisiciones tal vez no lo detecte —dijo él—. Se pueden hacer modificaciones ilegales de módulos que pueden transportarse en una maleta, incluso la memoria. Giraud podía hacerlo, es fácil. Por encima de Descon y de todos.

—Seguridad 10: amplía la búsqueda, último ítem: equipo de computación: veinte años de tiempo. Tienes razón . Denys no es tonto, ni siquiera con respecto a los sistemas de la Casa. Tiene mucho sentido: desviar la Base Dos a un sistema alternativo, dar una salida sin respetar ningún comando de entrada, como un filtro de una sola dirección, ¿para cerrar el sistema de la Casa y sin embargo seguir manejándolo?

—Es más complicado que eso, pero ésa es la idea a grandes rasgos. Su predecesora estaba llena de trucos. Denys sabría dónde estaban las protecciones y...

—Lo sabe. ¿Y las defensas del aeropuerto? ¿Podemos entrar ahí?

—Mientras tengamos control afirmativo en el momento de entrada y el sistema siga comunicándose con nosotros —respondió Florian y después se encogió de hombros—. A menos que el sistema pueda hacer algo que se me escapa. Siempre es posible. Jeffrey BJ está a cargo, supongo, y no sé si él causará problemas en concreto; pero diría que lo mejor es controlar los horarios de los vuelos, asegurarse de que no está llegando nadie, después usar el sistema de anulación para reorientar vuelos y cerrarlo. De esta manera, si la Base de Denys va a tocar algo, no golpeará con nada.

—Te puedo nombrar unos cuantos que pueden asegurarse de que no haya energía —dijo Catlin.

—Ocupaos de eso.

Él se dio la vuelta, se sentó con cuidado en el asiento junto a Ari y tomó el micrófono. Catlin se asomó sobre el respaldo de cuero y por unos momentos, todo fue aquella jerga extraña que ella no conocía y Florian y Catlin sí.

Mientras tanto, ella vigilaba el flujo de datos. Búsqueda negativa. No le importaba demasiado. Lo que Florian le sugería tenía sentido; y Giraud podía haber conseguido el material necesario años atrás. Habían tenido toda su infancia para instalarlo, asegurarse de que funcionara.

Primero acabar con las defensas del aeropuerto, poner el avión en la pista; y después, pensar si algo podía salir mal con las torres de precipitados: una ruptura de la capa protectora podía poner las cosas muy difíciles a cualquiera que quisiera llegar a la Casa; pensar si Denys podría haber ordenado que pusieran los autobuses en la parte superior de la colina y estacionarlos ahí.

Busca: Ella escribió: aeropuerto: autobús, # ?; gráfico.

Apareció el esquema de Reseune con los dos autobuses frente al Ala Administrativa.

Ari envió órdenes a los controles de las torres de precipitados. Quedaban a una hora del campo de aterrizaje.

Después se levantó y se dirigió a la zona del personal de Seguridad, todos habían oído que la red se interrumpía y se reestablecía; cada uno de los que habían estado escuchando la red lo sabía, y Ari suponía que todos ellos estaban al corriente.

—Todo va bien —dijo ella—. No se levanten; escúchenme. Florian está bajando las defensas. Wes, Marco, ustedes quédense conmigo y con el doctor Warrick, en el avión. Vamos a estar muy ocupados y alguien tiene que coordinar lo que hagan ellos para protegernos. El doctor Warrick está con nosotros, pero desconoce las normas: si tenemos que movernos, asegúrense de que cumpla las órdenes. El equipo de avanzada va a entrar en Administración; Florian y Catlin entrarán en primer lugar. Tyler, tú serás el primero después de ellos.

—Sí, sera —respondió Tyler, un hombrecillo peludo, de cabello blanco cortado a lo militar. Tyler había formado parte del personal de Ari senior. Dos de los otros eran militares retirados, Wes trabajaba como instructor en los Barracones Verdes y el resto era un grupo heterogéneo, desde hombres de seguridad diplomática hasta Marco, que era programador de sistemas.

—Tenemos otro grupo de Seguridad en alerta —dijo Ari—. Sigan los consejos de Catlin: ella se encargará de organizar las cosas mientras Florian hace el trabajo especial. Catlin les dará la información necesaria. Tenemos esta operación preparada desde hace dos años, así que no estamos improvisando, ¿de acuerdo? El único problema consistía en que no conocíamos nuestro blanco. Ahora sí. Y sabemos exactamente dónde están las claves. ¿De acuerdo?

—Sí, sera.

Ella palmeó el hombro de Tyler, caminó por el pasillo estrecho más allá de la cocina y los baños del personal y abrió la puerta del dormitorio. Justin estaba dormido, totalmente inconsciente.

Quemaduras y golpes, había dicho Wes. Los espacios vacíos en la memoria eran lo más grave, pero, como decía Wes, cuando se sufre una explosión, muy de cerca, siempre había períodos amnésicos. Era normal.

—Arriba —le despertó ella—. Justin. Te necesito delante.

XV

—Están aquí —dijo Amy—. Es la Torre. Están en tierra.

Grant respiró de nuevo, recostado contra el sillón.

Amy había confundido mucho a Seguridad al cambiar la situación de todo el mundo en las listas de protección, introduciendo datos falsos en un terminal mientras vigilaba dónde se encontraba cada unidad de Seguridad en los edificios que todavía eran accesibles, convocaba al personal de Seguridad que figuraba en la lista de Aprobados al Ala Uno y aseguraba las puertas.

Mientras tanto, en el depósito de vehículos, Sam Whitely preparaba transporte para personal de los Barracones Verdes, y Maddy Strassen, Stasi Ramírez y Tommy Carnath habían desaparecido en lugares improbables mientras las mentiras de la red persuadían a los que preguntaban por ellos de que se habían refugiado en el laboratorio B y en el laboratorio de AG.

Convocatoria del consejo de Familia, indicó el brillo de la red. Ariane Emory convoca una sesión de emergencia vía el Sistema de la Casa, para tratar el problema de la nominación del doctor Yanni Schwartz para reemplazar a Denys Nye como Administrador de Reseune; la reunión tendrá lugar a las 1700 o tan pronto como sea posible.

Grant se puso en pie y cruzó los brazos. Él no tenía voto. Por la pantalla seguía el curso de las actividades, que se habían acelerado considerablemente desde que el RESEUNE UNO había entrado en el campo visual del aeropuerto. Ese último aviso representaba un gran alivio para más de uno, pensó. Una maniobra psicológica calculada, una frase llena de amarga ironía: Emory en flor.

Había órdenes de Seguridad en todo el sistema en una llegada de datos brusca y continua manejada por la Base Uno.

Ari no levantó la vista de la pantalla y Justin no dijo nada mientras seguía la información en un monitor auxiliar que había usado Florian. De vez en cuando ella decía algo o pulsaba una tecla; y se producían cambios. Llegaban preguntas; el personal de RESEUNE UNO seguía en su puesto, con el avión listo para despegar de nuevo si el aeropuerto parecía bajo amenaza.

Él prefería estar en tierra y hubiera deseado conocer los códigos para saber lo que estaba pasando.

—Todo va bien —informó Ari—. Sam tiene los camiones de los Verdes; están subiendo la colina, no hay recusación todavía. Denys está dentro de Administración, tal vez en Seguridad.

Hizo más cambios.

Afirmaba que podía abrir cualquier puerta que no estuviera destruida o bajo el control de una Base ilegal.

Eso lo hace más fácil, había dicho Florian mientras se llenaba los bolsillos de la chaqueta con distintos elementos de su propio equipo, medidores y alambre, de forma sistemática. Y Florian había cogido dos bolsitas de dos armarios distintos; los había manejado con mucho cuidado mientras Catlin ataba cabos con el personal de Seguridad.

Ahora debían de estar a mitad de camino en la colina, pensó Justin.

Sera — dijo el intercomunicador de pronto, una comunicación del personal de RESEUNE UNO—. Tenemos una comunicación telefónica procedente de Administración. El doctor Nye quiere hablar con usted en persona.

No te distraigas —murmuró Justin.

—Tienes razón. Pásala; aquí todos somos de confianza. Justin, aprieta ese botón amarillo en el brazo de tu asiento y pásame el micrófono, ¿quieres? Este está ocupado.

Ari — dijo la voz de Denys por el intercomunicador—. Me parece que estás exagerando la nota.

Ari rió, sin apartar la vista de la pantalla que tenía delante. Extendió la mano izquierda y Justin le acercó el micrófono.

—¿Me oyes, tío Denys?

—Te recibo bien, querida, me gustaría que me dijeras exactamente qué está sucediendo y que detuvieras a tus tropas antes de que causen daños en el ala.

¿Quieres abrir esas puertas, tío Denys? Podemos llegar a un acuerdo. Te prometo que estarás a salvo. Incluso seguiré con Giraud.

—Ignoro qué pasó en Novgorod. Estoy seguro de que es más grave de lo que me dijiste. ¿Podemos hablar de eso?

Si quieres...

—Estoy dispuesto a presentar la dimisión. Quiero protección para mí y para mis hombres. Es una condición razonable.

—Totalmente razonable, tío Denys. ¿Cómo lo hacemos oficial?

Tú detén a tu gente, Y garantízame la custodia de la réplica de Giraud. Estoy totalmente dispuesto a presentar la dimisión. Tengo los medios para hacer que te resulte muy difícil tomar el ala, pero no es necesario llegar a tal extremo. Tengo la sensación de que me culpas por lo de Novgorod.

Ari rió de nuevo, con menos humor, pensó Justin.

—Realmente, no lo sé, tío Denys. No me importa demasiado. Creo que me aparté mucho del plan que habías trazado para mí y ahora ha llegado mi turno. Es el curso del tiempo. Totalmente natural. Puedes tener un ala y comodidades, sé que eso te importa, tío Denys. Puedes trabajar en tus obras, sé lo de los libros. Son muy hermosos. Tienes muchas cosas importantes que hacer todavía.

—Cómo me halagas, joven sera. Quiero a Seely. Ari permaneció en silencio un momento.

—Bajo ciertas restricciones, puedo aceptar eso.

—¡No lo toques!

Yo no haría daño a Seely, tío Denys. Podemos llegar a un acuerdo. Te lo prometo. No voy a presentar acusaciones. Tu vida será exactamente la misma. De todos modos no viajas, y tendrás a Giraud para manteneros ocupados a ti y a Seely, ¿no te parece? Podrías haberme hecho pasar muchas cosas que Geoffrey le hizo a Ari senior, pero arriesgaste el programa y me las evitaste. Realmente te estoy muy agradecida por eso, tío Denys; y también se lo agradezco a Seely y a Giraud. Al final Giraud y yo nos hicimos muy amigos; y sinceramente, no creo que él lo organizara, creo que fue un gusano en las cintas de Abban. Supongo que fue obra tuya. Tal vez no. Tal vez tengo una imaginación demasiado fértil. Van a derribar esas puertas, tío Denys; y prácticamente se te ha acabado el tiempo.

Detenlos.

—¿Vas a salir, tío Denys? ¿Con Seely?

—De acuerdo. Si tú vienes aquí. Quiero una garantía de seguridad.

Tienes mi palabra, tío Denys.

—Te quiero aquí para que controles a tu gente. Entonces, abriré las puertas.

Justin negó con un gesto. Ari lo miró y dijo:

—De acuerdo, tío Denys. Ahora vengo. —Señaló el botón en el asiento de Justin. Él lo pulsó y la comunicación se cortó.

—¿Ari?

Ari apretó el botón de su asiento.

—Hemos terminado. Comunicación finalizada.

—Ari —suspiró Justin—. Te quiere a tiro. Ari miró la pantalla y respondió:

—Tal vez. Pero está en muy mala posición. —Levantó su propio micrófono—. Tenemos contacto con Denys. Dice que esperemos, que acaba de dimitir. Confirmar y grabar. Justin, tú te quedas.

—Mierda, Ari...

—No iría si no creyera que tenemos la posibilidad de acabar con este asunto sin un disparo. Seguridad ya tiene bastante que hacer conmigo; no necesitan otro motivo de preocupación. Si algo sale mal, este avión volverá a Novgorod y tú podrás contar ante el Departamento todo lo que sucedió y hacer lo que quieras. Pero preferiría que volvieras a Reseune y colocaras otro de mis grupos en un tanque. Dejaré en tus manos la elección de los sustitutos.

Él la miró con los ojos muy abiertos.

—Tengo muchos asuntos pendientes —dijo Ari de pie junto al asiento—. Si no salgo de ésta, lo primero y más importante es hacer que yo vuelva. Gehenna es solamente uno de los problemas. Y tú me necesitas, Justin, tanto como yo a ti. —Fue a buscar a Marco, Wes abrió la puerta y la cerró de nuevo tras ella.

Era cierto, pensó él cuando la puerta se cerró. Si se consideraba todo el asunto, era cierto.

Y después pensó en lo que Ari había dicho: «Solamente uno de los problemas» y «tanto como yo a ti»

XVI

—No me gusta esto —dijo Florian, arrodillado junto a Catlin, donde el autobús y la colina ofrecían un buen refugio a la vuelta de las puertas principales de cristal. Tenía las manos frías, expuestas al aire: se colocó a la izquierda bajo el brazo y miró la llegada de datos en el monitor portátil que tenía a la derecha.

—Se trata de averiguar «lo que tiene» —dijo Catlin.

—Sera no podrá manejar a Seejy —comentó Florian. Catlin le dirigió una mirada rápida y dura.

—Francotirador o algo más grande. ¿Quieres esas puertas?

—Una granada puede salvar la situación. Estoy seguro de que ahora que sera ha dejado el aeropuerto, ahí delante están haciendo los preparativos finales. Todo esto es una trampa.

—Vete entonces —sugirió Catlin—. Calcula el tiempo tú mismo. Tiene que haber algo que lo haga estallar en el vestíbulo.

Florian respiró profundo, flexionó una mano aterida y un hombro dolorido.

—Probablemente una célula fotoeléctrica. Altura del suelo y del cuerpo, con un detonador eléctrico, creo yo; esta vez entro yo primero.

La onda expansiva sacudió el autobús; Ari ya se estaba agachando cuando Marco la aferró por el hombro y la aplastó contra el suelo, aunque ella luchó para atisbar cuando el autobús giraba en la curva.

El humo formaba una columna desde la zona de las puertas del Ala de Administración. Ella vio el otro autobús estacionado en la subida. El grupo de uniformes negros hizo un movimiento brusco y conjunto, para correr hacia arriba.

El conductor se detuvo.

Marco la tiró al suelo y se tendió sobre ella.

El aire se conmovió y cascotes arrancados del suelo golpearon las ventanillas.

Florian se levantó, se frotó los ojos y se puso en pie, tambaleándose mientras alguien lo ayudaba, no sabía a ciencia cierta quién, pero era desde atrás, y si lo estaban levantando de nuevo, tenía que ser amigo.

Vio a Catlin por delante en el vestíbulo oscuro, la vio coger una granada y esperar con aquel objeto vivo en la mano, porque alguien como Seely podía vengarse con facilidad.

Después vio que ella lanzaba la granada, pero al mismo tiempo un bulto negro salió por la puerta.

Florian preparó la pistola y disparó, y la granada hizo volar toda la puerta en pedazos. Catlin también había disparado. Después repitió la acción, a ciegas, para asegurarse.

Florian se apoyó en la pared y contuvo el aliento. La red decía que los grupos de los Barracones Verdes habían entrado en Seguridad por los huecos de los ascensores desde el sistema de túneles: un trabajo fácil hasta que llegaron a las trampas y las defensas.

El vestíbulo estaba lleno de humo azulado. Las alarmas de incendio se habían disparado hacía rato.

Catlin volvió caminando hacia él, mientras hacía girar el rifle para cubrir el vestíbulo y él le protegía por la espalda.

—Uno más —dijo ella.

Él asintió.

No estaba contento con éste. Denys había sido bueno con ellos. Recordaba el comedor, recordaba la risa de Denys.

Pero lo que estaba en juego era la seguridad de sera, y sólo experimentó un instante de tristeza.

Catlin lo sintió menos.

Las puertas delanteras estaban en ruinas, el humo todavía salía por ellas cuando Ari bajó del autobús; Florian y Catlin salieron por el umbral hacia ella.

—Denys ha muerto —informó Florian enseguida—. Lo siento, sera. Era una emboscada.

¿Y Seely?

—Muerto —respondió Catlin.

Ari se dirigió al umbral y contempló el vestíbulo. Había cuerpos tendidos bajo las pálidas luces de emergencia y la gran sábana de humo. Había conocido ese lugar desde muy pequeña. Ahora no le parecía real.

Y Denys...

Miró otra vez a los dos azi. La expresión de Catlin era fría, los ojos limpios. Florian parecía más preocupado. Florian, que tenía un poco de sangre corriéndole por la sien y otro poco en la mejilla, sin mencionar lo que había sufrido en Novgorod.

No preguntó nada. No ante testigos.

XVII

El reactor de la corporación Reseune aterrizó con suavidad, frenó y giró hacia la terminal y hacia Descon, hacia el tratamiento especial que recibía cualquier avión que llegara desde el otro continente.

—Tardará un tiempo —informó Justin, con la mano en el hombro de Grant; y podía haberse sentado en la comodidad de la sala honorífica y en la habitación de prensa. Pero prefirió contemplar cómo llegaba el avión a la pista, y observar las ventanillas cuando ya se había detenido. Alcanzaba a distinguir sombras que se movían en el interior, nada más.

Pero una de esas sombras era Jordan, y otra Paul.

Todo está bien, había dicho cuando RESEUNE UNO le había permitido ponerse en contacto con el avión que llegaba, cuando Grant ya estaba en camino hacia el aeropuerto y Reseune se movía para curar las heridas de Justin. No te preocupes. Yanni Schwartz es el nuevo Administrador de Reseune. Bienvenido a casa,

Pero él sí se preocupaba. Observó las ventanillas sin perder detalle mientras Del con hacía el trabajo, bañando el avión en espuma. El y Grant intercambiaron historias fragmentarias, lo que habían sabido y cuándo, y lo que habían podido entender del proceso.

Se preocupó hasta que las puertas se abrieron y dejaron salir a dos viajeros cansados.

Después de eso, tenían el aeropuerto para ellos solos, había dicho Ari, el tiempo que desearan, y el único autobús indemne les esperaba junto a las puertas para llevarlos arriba por la colina.



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