Текст книги "Cyteen 2 - El Renacer"
Автор книги: C. J. Cherryh
Жанр:
Научная фантастика
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Pero podían ir a lugares juntos, decía ella, a lugares como venir a ver a los nuevos potrillos, y eso no significaba que todos supieran que ella tenía amigos, igual que uno podía comprar cosas para la gente y no por eso Giraud tenía que saber que se veían en ningún lugar que no fuera una fiesta. Andy no estaba en el circuito de la Casa, así que Andy no iba a contar a nadie lo que veía y tampoco los azi del granero. Así que se sentían un poco más seguros.
Florian atrapó a la yegua sin problemas. La trajo de vuelta y las potrancas se acercaron con ella. Eso impresionó a los chicos.
También era rara la forma en que los chicos miraban a Florian y a Catlin ahora, desde que Florian había vuelto un poco dolorido y tieso y ella les había pedido a los dos que contaran lo que había pasado en el Ejercicio, era bueno explicárselo, les había dicho a Florian y a Catlin, porque eran CIUD y estaban en la Casa, todos menos Sam, y Sam era bueno. Así que Florian empezó a contárselo todo, pero cuando llegó a la parte en que pasó el vestíbulo, ya no se acordaba, así que Catlin tuvo que añadir aquello, y lo del hospital y todo.
Era la primera vez que alguno de los dos pronunciaba más de un par de frases cuando estaban con los chicos y era todo un acontecimiento conseguir que Catlin contara una historia; pero cuando Catlin se entusiasmaba, sabía suficientes historias de terror para hacer que todos se interesaran, y de pronto los chicos comprendieron que Catlin y Florian eran reales. De que muchas cosas eran reales. De que ellos dos habían visto gente muerta. De que realmente podían hacer las cosas que afirmaban.
En realidad, nunca habían dudado de ella, pensó Ari, pero no podían entender lo que representaba caminar por una Habitación hacia un Enemigo llevando explosivos que por suerte no habían estallado, o incluso saber que había Enemigos que podían entrar en Reseune y empezar a volar cosas o matar a gente.
Empezaron a preguntarse por qué, eso era otra cosa que había cambiado. Querían saber lo que pasaba realmente en el Concejo y por qué la gente había querido quitarle sus cosas en el juicio, y llegaron a formularle preguntas para las que ella no tenía contestación.
–Eso es algo que todavía no entiendo —les respondió ella—. Excepto que hay gente que no quiere que nazcan azi , yesa gente querría cerrar Reseune.
–Hacemos muchas otras cosas, no sólo azi —había replicado Sam.
–A Florian y Catlin no les gustaría no haber nacido —había comentado Amy.
–Tal vez podrían haber nacido —dijo Ari—, pero los habrían criado como CIUD y les habrían enseñado como CIUD. No les gustaría.
–¿Os gustaría? —había preguntado Amy a Florian y Catlin, porque habían empezado a hacerles preguntas sin consultarlas primero a ella.
–No —había dicho Florian, con mucha calma, mientras Catlin meneaba la cabeza. Ari lo sabía. Florian era demasiado atento y bien educado para decirle lo que le había confesado a Ari cuando ella les había hablado antes: que no les gustaban la mayoría de los CIUD porque eran lentos en algunas cosas; muchos CIUD, había dicho él, se pasaban más tiempo tratando de decidir qué hacer del que tardaban ellos en hacer lo que ya habían decidido, y él odiaba estar con gente así. Y Catlin había dicho que suponía que los CIUD habían hecho que los azi se encargaran de cosas como Seguridad porque no podían confiar un arma a otro CIUD, lo cual representaba una profundidad de pensamiento que había asombrado a Ari.
–¿Os gusta ser azi? —había llegado a preguntar Stasi esa vez en los túneles.
Florian se había sentido un poco avergonzado y había asentido sin decir nada.
–Florian me parece atractivo —había dicho Maddy directamente en la escuela, donde Florian y Catlin no podían oírla—. Ya me gustaría que fuera mío. —Y se rió.
Me alegro de que no lo sea,había pensado Ari.
Y recordó el comentario mientras Florian traía a los caballos. Parecía tan bien proporcionado y elegante con su uniforme negro que uno no se daba cuenta de que era un niño si no sabía cuánto media la yegua. Florian y Catlin bastaban para que cualquiera que no pudiera caminar así y tener ese aspecto estuviera celoso por eso.
Porque los CIUD, no se cuidaban tanto, pensó ella, comen en exceso y pasan demasiado tiempo sentados y porque, hay que afrontar los hechos, se había dicho ella, la naturaleza había dado a Amy unos ojos que necesitaban corrección, y a Tommy un aspecto muy corriente y no le había dado sentido común a Maddy.
Florian y Catlin eran así y podían hacer a la perfección su trabajo, mejor que los de los Verdes, en Seguridad y en la Casa, porque eran mejores que sus predecesores, porque les enseñaban con un método posterior a la Guerra, decía el tío Denys, mediante un material moderno de guerra que los obligaba a trabajar más y usar lo que tenían. Ella tenía razón ,habían aprendido mucho de material secreto en la Casa, cosas que los instructores de los Verdes no sabían que existían y eso también era diferente ahora, después de la Guerra. Y todo eso hizo que empezaran a hacer cinta en Seguridad de la Casa y después de eso, ningún Ejercicio podía tener una situación de doble incógnita en datos esenciales.
Como los adultos de Seguridad. Porque sus reacciones eran tan rápidas y peligrosas ahora que no había forma de hacerlas seguras si los sorprendían, y ellos podían hacer que otros equipos dieran más de lo que se esperaba por su entrenamiento.
Ella se sintió muy contenta de que Maddy no tuviera los contratos de Florian y Catlin. Muy contenta de que Maddy no pudiera poner las manos sobre Florian ni tuviera forma de ensuciar la relación de equipo entre los dos, porque ahora sabía sin lugar a dudas que para ellos era un asunto de vida o muerte. Había hecho que Florian fuera tarde a su lección, Florian y Catlin habían puesto todo lo que tenían en el Ejercicio porque tenían miedo de fracasar; y eso los había hecho pasar demasiado rápido y habían empujado al otro equipo hasta tal punto que el contrario se había equivocado y había cometido un error, eso era lo que había pasado, y así habían muerto tres azi y era, al menos en algún aspecto, por culpa de ella. No una culpa de la que pudieran acusarla, pero formaba parte de una cadena de lo que había pasado y tenía que vivir con ello.
Estaba muy contenta de no haber hecho nada con Florian, lo cual quizá lo hubiera puesto más nervioso todavía. Porque él podría haber muerto y entonces hubiera sido culpa de ella, totalmente culpa suya.
Maddy tenía razón .Era muy guapo. Tenía muchas ganas de hacer con él lo mismo que buscaba Maddy.
Y Maddy nunca hubiera podido entender que no lo hiciera.
Deseaba que Ari senior pudiera hablar con ella, hablar y contestarle de verdad, porque había intentado preguntarle a Base Uno si Ari tenía algo que decir con respecto a que Florian estuviera en el hospital o siestaba bien mantener relaciones sexuales con sus propios azi si éstos eran de Seguridad. Pero Base Uno había dicho que no tenía información al respecto.
Estaba tan desesperada que hasta había pensado en coger por banda a Seely y formularle la misma pregunta. Pero Seely era tan Seely como siempre, y ni siquiera el sexo podía desesperar tanto a Ari.
No todavía.
X
Doce años. Hubo una gran fiesta, un baile en el salón de Rec con todos los chicos de Reseune que tenían más de nueve y menos de veinte, el tío Denys se disculpó y dijo que tenía que trabajar, pero era porque odiaba la música.
Se perdió algo bueno porque Catlin aprendió a bailar. Catlin entendió la idea de la música, es nemotécnico, había explicado Ari cuando Catlin observó el baile, confundida: las variaciones del ritmo eran lo que hacía que funcionara.
Florian no tuvo problemas para captarlo y aprenderlo, pero era demasiado tímido para bailar en público: eso era lo raro; y Catlin impresionó a todos tratando de enseñar a Sam un paso que no le salía, una azi en la pista con un CIUD. Todos se quedaron mirándolos, no enfadados, sólo sorprendidos y Catlin, con una blusa negra y transparente que le cubría justo lo necesario con algunas zonas opacas y pantalones negros de satén que revelaban muy bien sus muslos, sonrió, hizo tres o cuatro pasos rápidos y demostró lo que podía hacer si uno aislaba los grupos musculares y seguía el ritmo de la música.
Después de eso, todos los chicos quisieron bailar con ella y fue muy divertido, porque todas las chicas se preguntaban si debían estar celosas de una azi o no.
Así que Maddy Strassen se adelantó y pidió a Florian que bailara con ella, y las otras chicas empezaron a hacer lo mismo, y los pocos chicos más mayores, los CIUD que tenían azi de su edad, empezaron a enseñarles los pasos, y al día siguiente la cosa se había esparcido por toda la Casa.
–¿Sabes? —dijo el tío Denys en el desayuno—, algunos azi podrían molestarse. Realmente deberías tener más cuidado.
–Seely estaba ahí —se justificó ella, jugando un poco con el tío Denys—. Y mucha gente de Seguridad. Podían haberlo detenido si querían.
–Probablemente la música les atontó. Estaban ahí para detener a los abolicionistas con bombas. No tendrían que haberse preocupado por eso: te aseguro que los abolicionistas no habrían podido tolerar el ruido.
–Nadie obligó a nadie. Hubo azi que bailaron y otros que no, y nadie los obligó. Florian dijo que Catlin pensaba que era interesante. Se supone que tiene que protegerme, ¿no es cierto? Y no es tan social como Florian. Pero puede imitar cualquier cosa física, y sabe actuar muy bien. Así que se lo pasó muy bien. Estaba engañándolos a todos y entendiendo lo que se siente cuando la gente se mueve así, pero ellos nos sabían lo que Catlin les estaba haciendo. ¿Quieres saber qué me dijo?
–¿Qué?
–Dijo que todos le habían parecido muy blanditos y que generalmente eran muy vulnerables en cuanto al equilibrio. Que podía haber derribado a cualquiera con sólo empujarlo con el codo.
El tío Denys estornudó en su zumo de naranja.
XI
Más inyecciones. Le provocaron el período. Ella se prometió que hablaría con el doctor Ivanov. Una llamada en su puerta por la noche y un regalito de Florian.
El doctor probablemente tenía tanta sangre de Ari como para hacer una transfusión a todo Novgorod.
–Creo que quiero a otro médico —comentó al tío Denys.
–¿Por qué? —preguntó él mientras estudiaba los informes durante la cena, que era casi el único momento en que se veían, durante la cena y el desayuno.
–Porque estoy cansada de que me pinchen con agujas. Me voy a quedar anémica.
–Querida, es un estudio. Empezó cuando naciste y es muy importante. Tú solamente tienes que aguantarlo, no importa el médico que tengas, y lastimarías los sentimientos de Petros. Ya sabes que te tiene mucho cariño.
–Sonríe mucho antes de darte esas cosas que te dan ganas de vomitar.
–Tienes que cuidarte, querida, tu voz indica lo que sucede con tus ciclos menstruales. Es algo que no hay que hacer público, ¿no te parece?
–No sé por qué no. No sé por qué no lo ponen en las noticias. ¿Por qué no das a los servicios informativos las cintas de mi dormitorio? Eso les daría algo muy emocionante que ver, estoy segura que los técnicos de Seguridad estarían encantados.
–¿Quién te ha dicho que hay cintas? Es un sistema de Seguridad.
–Pero Florian y Catlin son de Seguridad, ¿recuerdas?
El tío Denys dejó los informes, repentinamente serio.
Y ella también estaba seria, porque no había pensado en sacar ese tema. No todavía. Hasta que hubieran descubierto más cosas. Pero él había quedado en posición vulnerable ahora, ella lo había descubierto; lo Atrapó con eso.
Bien hecho.
–Querida, de acuerdo..., sí. Hay cintas. Van a Archivos, nadie las ve. Son informes históricos.
–De mí y mi ciclo menstrual.
–Ari, querida, no seas grosera.
–Es que la situación es grosera. ¡Todo lo que me hacen es grosero! Quiero que cierren ese sistema, tío Denys... Lo quiero fuera. Quiero que destruyan las cintas. Quiero que Florian y Catlin destruyan la unidad, en el teclado de control.
–Querida, son observadores, ¿eh?
–Puedes apostar a que sí, mierda.
–Ari, querida, no digas palabrotas. No tienes edad suficiente.
–¡Quiero que cierren esa unidad! ¡Que la cierren! ¡Quiero que quemen las cintas! ¡Quiero irme a mi apartamento y llevarme a Florian y a Catlin y revisarlo y tener acceso a todos los teclados de control en todas las habitaciones secretas de Seguridad!
–Ari, querida, tranquila. Yo haré que desconecten eso.
–¡A la mierda con eso! ¡Lo que vas a hacer es poner el teclado en otra parte donde piensas que Florian y Catlin no lo encontrarán!
–Bueno entonces tenemos un problema, ¿no te parece? Tienes que creerme.
–No, claro que no, porque sabré si la unidad sigue funcionando o no.
–¿Cómo?
–No voy a decírtelo. Pregúntaselo a Seely. Seguro que él puede explicártelo.
–Ari, querida, estás un poco nerviosa hoy, estoy seguro de que ya te has dado cuenta. Y no quiero discutir de estos temas contigo cuando estás así. Me importas mucho, mucho, pero a nadie le gusta escuchar a una niña de doce años muy culta que dice palabrotas como un soldado cualquiera, y a nadie le gusta que lo llamen mentiroso, una vez incluso lo dijiste en público. ¿Qué te parece si bajas un poco el tono de voz y discutimos esto racionalmente, o prefieres que te diga que estoy seguro de que Seely todavía sabe un poco más que Florian? Si quisiera continuar esto... Ya me doy cuenta de que no eres una niña. Sé que hay muchas razones por las que tal vez no quieras que te graben en cinta en tu habitación. No podemos obtener nada de un estudio en el que el sujeto sabe que está frente a las cámaras, ¿no te parece? Así que no habrá más cintas, no porque tengas capacidad para descubrir los espías, sino porque pierden todo su valor.
–¡Quiero que quemen las cintas!
–Lo lamento, ni siquiera puedo acceder a ellas. Están en Archivos, debajo de esa montaña, y no se pueden recuperar mientras estés activa en el ordenador de la Casa.
–¿Quieres decir mientras me conecte?
–No, mientras tu número de CIUD esté en los ficheros. Mientras vivas, querida. Lo cual va a ser mucho, mucho tiempo, y entonces ya no te importará si alguien tiene una cinta en la que una niña de doce años aparece en ropa interior, ¿no te parece?
–¡Las has visto!
–No. Sé cómo son los niños de doce años, eso es todo. Ya no habrá más cintas. Florian puede comprobarlo si quieres. Y puede sacar la unidad, con cuidado para no dañar el resto del sistema, claro.
–Hoy.
–Hoy. —El tío Denys parecía muy preocupado—. Ari, lo lamento.
Estaba actuando. La Trabajaba. Como había estado Trabajando toda la situación para hacer que ella le creyera. Como lo Trabajaba ella a él.
Probablemente también se daba cuenta de eso. Si Seely sabía más que Florian, Denys todavía sabía más que ella, pensó Ari. Tal vez.
Pero Ari podía volver a Trabajarlo usando su rabia y dejándola seguir lo suficiente para que él hiciera varios cambios con ella, para que creyera que él había ganado, que era él quien la había Atrapado.
Entonces, ella podría hacer lo que Denys quería que hiciera y ver adonde conducía sin que él la llevara.
–Lo siento, Ari. Ella lo miró con rabia.
–Ari, es un mal momento para esto. Ojalá me lo hubieras dicho antes.
Mierda, Denys quería que ella le preguntara. Ella quería Trabajarlo para que él le contara lo que estaba haciendo, pero eso revelaría que Ari sabía que Denys la estaba Trabajando. Y tal vez él lo sabía de todos modos: era imposible calcular la cantidad de capas que ocultaba el tío Denys.
–Ya sabes que hay un documento que pide para ti la condición de Especial de la primera Ari.
–Lo sé.
–Sabes que lo van a aprobar. No habrá problema con eso. Los centristas no pueden evitarlo.
–Eso está bien, ¿verdad?
–Fue lo único que no te concedió el jurado cuando te dio todos los derechos de Ari. Lo único que se guardaron. Así que ahora vas a tener eso también. Vas a tenerlo todo. Ya sabes que Reseune está orgullosa de ti.
Halagos, halagos, tío Denys.
–Y te vas a ir a vivir sola dentro de unos años. Dejarás este apartamento y te irás al tuyo, y yo no estaré contigo. Volveré a ser un viejo solterón y te veré en las oficinas y en las fiestas.
Decía cosas malas de sí mismo; humor, trataba de que ella pensara en cómo lo echaría de menos.
Claro que lo echaría de menos. Pero eso no significaba que fuera a dejar que alguien la Atrapara, no cuando ese alguien era el tío Denys.
No dijo nada. Lo dejó seguir.
–Me preocupa, Ari. Realmente espero que las cosas me hayan salido bien contigo.
Trataba de asustarla. Trataba de fingir que algo iba a cambiar. Otra cosa como la de mamá. A la mierda con él.
Espero que Desaparezcas, tío Denys.
Eso no era verdad, pero lo que estaba haciendo el tío Denys era un golpe bajo, y ella no estaba segura de cómo demostrarle lo mucho que la enfurecía.
–Nos llevamos bien —dijo ella.
–Te quiero mucho, Ari.
Dios. Realmente quiere Trabajarme.
—¿Ari? ¿Estás enfadada?
–Claro que sí.
–Lo siento, querida. De verdad. Algún día tal vez podré decirte por qué hacemos estas cosas. Ahora no. Ahí, es un señuelo, ¿no?
—Ya sabes que la madre de Amy te invitó a ti, a Florian y a Catlin a ir a su casa esta noche.
–No lo sabía. No.
–Bueno, es así. ¿Por qué no vas?
–Porque me siento mal. Y Amy no me ha dicho nada.
–Es una sorpresa. No te creo.
—Me parece que has estado estudiando demasiado. Una tarde de fiesta te hará bien.
–¡No quiero ir a ninguna parte! ¡Todo esto es asqueroso! ¡Quiero irme a la cama!
–De verdad, creo que deberías ir a casa de Amy.
–No quiero.
El tío Denys tenía mala cara y empezó a levantarse.
–Llamaré al doctor Ivanov. Tal vez te ha dado algo que te molesta. Tal vez te pueda recetar algo.
–¡Claro que no! ¡No quiero más inyecciones! No quiero análisis de sangre. No quiero cámaras en mi dormitorio, no quiero gente que ande todo el día molestándome.
–Bueno, está bien, está bien. No habrá más medicinas. Nada. Hablaré con Petros. —Frunció el ceño—. De verdad, estoy muy preocupado por todo esto, Ari.
–No me importa. —Ella se levantó. Estaba mareada de furia. Estaba fuera de control. Y lo odiaba. Odiaba sentirse así, odiaba lo que le estaban haciendo, fuera lo que fuese.
–Quiero decir que estoy preocupado —dijo el tío Denys—. Ari, vas a usar el ordenador esta noche, ¿verdad?
–¿Qué tiene que ver?
–Es que, cuando lo hagas, recuerda que te quiero. Eso la golpeó. ¿El tío Denys diciendo «te quiero»? Era una Trampa, claro.
Le dolió, porque era el golpe más bajo de todos.
–Claro —dijo—. Me voy a mi habitación, tío Denys.
–Hormonas —dijo él, brevemente, como ella—. Son las hormonas. La adolescencia es un asco. Me voy a alegrar cuando termines con ella. De verdad.
Ella salió y cerró la puerta entre su parte de la casa y la sala.
Florian y Catlin salieron a la puerta en cuanto Ari llegó.
Sus caras decían, ¿qué pasa?
—Estoy bien —les tranquilizó—. El tío Denys y yo hemos discutido por las cintas. Vas a sacar el circuito mañana en cuanto te levantes.
–Bien —dijo Florian con la voz vaga, asombrada.
–Me voy a mi habitación. Estoy bien. No os preocupéis por mí. Todo está bien.
Y pasó junto a ellos.
Cerró la puerta de la habitación.
Miró el ordenador sobre el escritorio.
Exactamente lo que él quiere que haga, pensó. Debería frustarlo lo más posible. Hacer que se preocupara. No tocar este aparato durante días.
Eso no era inteligente.
Primero había que descubrir qué era lo que perseguía. Después, decidir.
–Base Uno —llamó ella—. ¿Hay mensajes?
–No hay mensajes —respondió la Base Uno a través del Cuidador.
No era lo que esperaba.
–Base Uno, ¿qué hay en el sistema?
La pantalla se iluminó. Ella se situó delante. Sólo había un dato esperándola.
La puesta al día semanal. Segunda semana de abril, 2290.
Ari se sentó frente a la pantalla. Le temblaban las manos. Se dominó, aterrorizada sin saber por qué. Pero había algo allí. Algo que Denys quería y que estaba en esa semana, en ese año.
Segunda semana de abril.
Segunda semana de abril, hacía cinco años.
Había estado en la escuela. En el arenal. Iba de vuelta a casa.
–Selección uno.
Y apareció con el ritmo acostumbrado. Olga Emory. Muerta. Abril, 13, 2290.
Ari senior estaba en la escuela, cuando su tío Gregory fue a buscarla y a darle la noticia.
—¡Mierda, mierda! —aulló Ari. Se puso en pie, atrapó la primera cosa que encontró y la arrojó al suelo. Los lápices se desparramaron sobre la cama y el vaso que los contenía golpeó la pared. Ella tomó la jarra y la lanzó contra el espejo y los dos se rompieron y se cayeron.
En ese momento, Florian y Catlin entraron corriendo.
Ella se sentó en la cama. Y aferró a Poca-cosa y la abrazó, le acarició el pelo envejecido y sintió que iba a vomitar.
–¿Sera? —preguntó Florian.
Y él y Catlin se arrodillaron junto a la cama donde Ari estaba sentada, los dos, aunque ella había estado rompiendo cosas y debían de pensar que estaba loca. Era terrible para ellos, debían de estar muy asustados; era terrible para ella tenerlos tan cerca cuando ya estaba acorralada. Sabía lo peligrosos que eran. Y no podía confiar en nada.
–¿Sera? —dijo Catlin y se puso de pie a su lado, se enderezó, músculo sólido; se inclinó sobre la cama y le tocó el hombro—. Sera, ¿hay un Enemigo?
Ella podía apartar a Catlin con un codo. Lo pensó. Sabía que Catlin lo sabía. Florian puso la mano sobre la de Ari, en el borde de la cama.
–Sera, ¿está herida? ¿Ha pasado algo?
Ella levantó la otra mano y tocó la de Catlin, sobre su hombro.
Florian se acercó a la cama por el otro lado y ella recuperó el aliento y puso el brazo detrás de Catlin y cogió a Florian de la mano y se sentó así un momento. Poca-cosa se le cayó. No lo recogió.
–Mandaron a mamá lejos porque la madre de Ari murió.
–¿Qué, sera? —preguntó Florian—. ¿Qué quiere decir eso? ¿Cuándo murió?
–El mismo día. Cuando Ari tenía la misma edad. Su tío fue a buscarla al colegio. Como hizo el tío Denys conmigo. —Las lágrimas le corrieron por las mejillas y le cayeron sobre el regazo, pero ya no lloraba, no lo sentía así por lo menos; simplemente, se le caían las lágrimas—. Soy una réplica. No soy solamente genética. Soy como vosotros. Soy exacta.
–Eso no es tan malo —la consoló Catlin.
–Mandaron lejos a mí mamá, la mandaron a un viaje a través del salto; eso la enfermó y se murió, Catlin, se murió porque ellos la querían a ella también.
Catlin le palmeó el hombro, con dureza, se inclinó sobre su oreja y le murmuró:
–¡Monitores!
Ella sintió el golpe de esa palabra en los huesos y contuvo el aliento, tratando de pensar.
El texto se detuvo en la pantalla que había frente a ellos.
—Ari, controla la Base Uno —dijo el Cuidador. Ella jadeó para respirar por segunda vez. Como sí se estuviera ahogando. Se aferró a Florian y Catlin.
– Ari, controla la Base Uno.El tío Denys sabía lo que iba a suceder. El tío Denys no quería que ella se conectara esa noche. Ve a casa de Amy, le había dicho.
Después le dijo que fuera y controlara el ordenador.
—Ari, controla la Base Uno.
—¡Base Uno, mierda! —Ari se separó de Florian y Catlin y pensó que era Raro que el tío Denys y Seely no hubieran acudido a ver qué pasaba cuando ella rompió el espejo. Y después pensó que no era Raro, en absoluto.
No, si la habitación estaba bajo vigilancia.
Se sentó en la terminal, frente al monitor.
Aridecía. Soy Ari senior. En este momento, tienes los datos de la puesta al día. Sabes algunas cosas que tal vez no habías sospechado. ¿Estás bien?
—Claro que sí. —Ella sintió a Florian a su lado. Se aferró a su brazo y lo sostuvo con fuerza—. Sigue, Ari.
Acabo de elevar tu acceso. Ya no tienes diferencia temporal. Tienes los datos hasta el 13 de abril de 2295.
Ella se aferró al hombro de Catlin, al otro lado.
–Sigue, Ari.
Esto te dará datos de cuando yo tenía 12 años. Las puestas al día seguirán siendo semanales.
Buenas noches, Ari.
Ella se aferró a la silla hasta que le dolieron los nudillos; y después se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se soltó.
–Fuera —dijo. Y se quedó sentada allí, temblando.
Catlin le palmeó el hombro y le hizo los signos de la manos que decían: Mañana. Afuera.
Florian hizo señas: Mañana. Sacaré el monitor.
Ella asintió y dijo con señas: Quedaos.
Y los tomó a cada uno de una mano.
Sabía que había cinco años más de datos en los archivos. Pero ahora tenía una buena idea de lo que encontraría.
Sabía con exactitud lo que había en ellos.
Mierda, mierda, mierda.
Seguridad todavía estaba grabando en cinta.
–Florian —dijo—. Catlin. Nos vamos a Seguridad. Ahora mismo.
Catlin hizo un signo, el que correspondía a Seely.
–No nos van a detener. Empaquetad vuestras cosas. Vamos. Vamos a matar esa cosa. ¿Me oyes, tío Denys?
El no contestó. Claro que no.
Ari se lavó la cara mientras Florian buscaba su pequeño equipo de herramientas. Mientras, Catlin buscaba lo que creía que iba a necesitar, lo cual probablemente incluía un poco de cable.
Caminaron por el salón. El tío Denys leía en la mesa del comedor detrás del arco. Como todas las noches.
La miró.
Ella dijo:
–Nos vamos a Seguridad, por si no te habías dado cuenta.
–Voy a avisarlos —dijo el tío Denys—. No rompas nada, Florian.
Seely no estaba en la habitación. Debería haber estado. Tal vez Seely estaba observando toda la situación desde la oficina.
Ella se quedó ahí y miró al tío Denys mucho, mucho rato.
–Como tu mamá —dijo el tío Denys—. Traté de ayudarte.
–Ellos podrían matarte.
–Sí. Lo sé. Tú lo sabes. Podrías hacerlo cuando quisieras, si lo desearas. Hay que correr riesgos como ése. Porque soy tu amigo. No tu tío. En realidad no. Soy tu amigo desde que naciste.
–¿Cuál de mis nacimientos?
–Desde que naciste. Tú eres Ari. Una es la otra. De eso se trata todo esto. Ninguna de vosotras ha traicionado a la otra. Tú eres la que hizo todo esto, muy directamente. Piénsatelo.
–¡Estás loco! ¡Todos estáis locos en esta Casa!
–No. Ve a ver a Seguridad. Yo les avisaré. Tus accesos han sido puestos al día y elevados esta tarde. Tienes autoridad para algunas cosas. No tienes por qué vivir aquí. Puedes ir a tu apartamento, si quieres. Será muy, muy grande para una niña y dos azi. Pero tienes la llave. Si quieres irte, puedes hacerlo .Florian puede acceder al sistema de Seguridad del apartamento y controlarlo para ti. O puedes volver cuando termines. O puedes ir a casa de Amy. Su madre no te hará preguntas.
–¿Todo el mundo en Reseune sabe quién soy?
–Claro que sí. Todos conocían a la primera Ari. Y tú naciste, al menos en el papel, el día siguiente al de su muerte.
–Mierda.
–Además tienes su mismo temperamento. Pero ella aprendió a controlarlo. Aprendió a usarlo, no a que su carácter la dominara. Hay mucha historia de Cyteen en esos archivos. Mucha historia de Reseune. Muchas cosas que tu educación, ha evitado hasta ahora. Había una vez un hombre que podía ver el futuro. Empezó por tratar de cambiar su vida. Pero eso era realmente su futuro. Algún día conocerás tu futuro, tanto como quieras. Piénsalo bien.
–De ahora en adelante no voy a hacer nada de lo que me ordenes.
–Pregúntate por qué cinco años. ¿Por qué no seis? ¿Por qué no cuatro? Pregúntale al ordenador qué pasó el 13 de abril de 2295.
–Dímelo tú.
–Puedes descubrirlo. Tienes el acceso necesario.
–Quiero todas mis cosas en mi apartamento.
–Bueno. Pídeselo a Mantenimiento de la Casa. Pueden hacerlo mañana por la mañana. Mejor será que embales al menos lo básico, para tu nuevo apartamento. O que lo compres. Necesarios está abierto todo el día. Si necesitas algo, consejos sobre cómo rellenar los formularios, lo que sea, llámame. Quisiera ayudarte.
Claro que Denys iba a ponerse con los detalles mundanos de todos los días, los detalles deprimentes de todo.
–Me las arreglaré.
–Sé que lo harás, querida .Pero estoy aquí. Generalmente estoy aquí. ¿Quieres ir a tu apartamento, o volver y vivir aquí por un tiempo, hasta que comprendas lo que comporta llevar sola un apartamento?
–No. No quiero. Me las arreglaré.
–Enviaré a Mantenimiento. No pueden entrar allá. Pero tendré el paquete en la puerta y mandaré las cosas mañana. Cosas prácticas, Ari. Llenaré los formularios de suministros por ti y el informe de presupuesto, tienes que tener eso o lo echarás todo a perder. Te daré copias para que veas cómo introducirlo en tu Base.
–Gracias.
–Gracias a ti, Ari. Gracias por ser razonable con esto. Eso es diferente de Ari senior, ya me entiendes. Tenía catorce años cuando se fue de este apartamento. Pero estás pasando más rápido el curso, un poco más rápido. Por favor. Cuídate. ¿Me das un beso?
Ella se quedó ahí, helada. Fuera de este apartamento.Tragó un nudo de náuseas. Y asintió.
–Ahora no. Ahora no, tío Denys. Él asintió.
–En otro momento, entonces.
Ella tensó la mandíbula e hizo un gesto a Florian y a Catlin para indicarles que se iban.
ARCHIVOS: PROYECTO RUBIN: SECRETO CLASE AA
NO COPIAR SIN FORMULARIO 768 DEL COMITÉ
CONTENIDO: Fichero de transcripción de
ordenador : # 5998 Sec. # 1
Denys Nye/Catlin II Emory I/Emory II/FIorian II
2418: 4/14: 0048
AE2: Cuidador. Soy Ari Emory. Florian y Catlin están conmigo. Imprime lo que haya desde que estuve aquí por última vez.
B/l: Hay dos mensajes.
Bienvenida a tu nueva casa. Si te asustas y quieres llamarme a mí o a Seguridad, hazlo sin dudar. Pero estás tan a salvo allí como aquí. Confía en Florian y en Catlin. Sigue sus consejos en cuanto a la seguridad.
Pasa por mi oficina mañana si quieres. Hay muchas cosas que tienes que saber. Te dejo ir porque ya no eres una niña y no me gustaría provocar un enfrentamiento entre mi Seguridad y la tuya. Todavía apostaría por Seely, pero no quisiera probarlo.
Junto con tu lista de Mantenimiento, habrá una serie de recomendaciones de Seguridad y de Seely para el diseño de Seguridad. Dásela a Catlin y a Florian. Ellos la entenderán. Probablemente no la necesitan, pero una lista de control nunca está de más.
No dejes que entren los de Mantenimiento a menos que Florian y Catlin estén presentes. Seely hacía eso para mí, por si no lo notaste.
Pon los huevos en la nevera y gasta el jamón inmediatamente. Tal vez esté algo pasado. No quería mandar alimentos frescos pero sin eso no tendrías desayuno. Te he puesto una caja de cacao.
Ahora eres responsable de todo. Pero si representa demasiado peso para ti, por favor, llámame o ven a mi oficina.
Tendrás que tener una oficina ahora, en el Ala Uno. No vas a necesitarla, pero, ahora que está activo el apartamento, usarás al menos un secretario y un empleado; puedes pedirlos al Ala Uno. El administrador es Yanni Schwartz. Hazlo o tendrás que malgastar un tiempo valioso que podrías emplear en tus estudios para llenar formularios tontos que son imprescindibles. Te he asignado una oficina en I-244 y tendrás que acomodarla con Seguridad del Ala Uno. Que Florian lea las recomendaciones de Seguridad para hacerlo.








