Текст книги "Cyteen 2 - El Renacer"
Автор книги: C. J. Cherryh
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Научная фантастика
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–Psicología de la motivación.
–Relacionada con el trabajo de Emory. Existe una buena razón por la que ella te quería a su lado. Ahora estoy seguro. Estamos proporcionando datos de Rubin a Jordan también. Cuando señales que ves algo claro, te enviaremos a Planys. Una semana o dos.
–Grant...
–Sólo tú. Grant estará bien aquí, te doy mi palabra de honor de que nadie le va a poner la mano encima. Pero no queremos que se presenten complicaciones. Defensa está muy nerviosa con Reseune en este momento. Tenemos que hacer las cosas con mucho cuidado. Te advierto, hijo, que Administración te está vigilando muy de cerca. Estás limpio. Y si tú y Jordan, lográis pasar unos cuantos años más así, hay muchas posibilidades de que la situación mejore en gran medida. Si el asunto estalla, si algo... si cualquier cosa le pasa a Ari... no quiero apostar. No apostaría por ninguno de nosotros.
–¿Y nadie se preocupa por la pobre niña?
–Nosotros nos preocupamos. Eso ya lo sabes. En este momento, Reseune está metida en un terrible lío financiero y sólo nos mantenemos vivos gracias a Defensa. ¿Qué le puede pasar a Ari si Defensa toma el mando, si el proyecto pasa de Ciencias a Defensa? ¿Qué nos pasará a nosotros? ¿Qué le puede suceder a toda la Unión, por Dios? Cambios, eso ni lo dudes. Desestabilización, todo nuestro sistema de prioridades al garete. No soy un político. Me repugna la política. Pero, mierda, hijo, veo el abismo frente a nosotros.
–Yo también lo veo. Pero no está frente a nosotros, Yanni. Yo vivo en ese abismo. Y Jordan también.
Yanni permaneció en silencio un momento. Después añadió:
–Sigue adelante, hijo. Tú y Grant tened mucho cuidado.
–¿Me estás diciendo algo en especial? Dilo claramente.
–Digo que hemos perdido una cosa que no podíamos perder. Nosotros. Todo el mundo, mierda. ¡Hay tantas cosas tan frágiles! Me siento como si hubiera perdido un niño.
Le tembló la mandíbula. Durante un momento, se abrió totalmente y Justin lo sintió en la boca del estómago.
–Vete —dijo Yanni, después, con la voz tranquila y normal—. Tengo mucho que hacer.
XIII
Ari caminó con el tío Denys desde el ascensor por el gran salón, cerca, de la parte superior del Ala Uno, y no era el tipo de salón que esperaba. Tenía el suelo pulido, y una puerta del tipo de las de Residencia, baja, no había ninguna más, hasta que una puerta de seguridad cortaba el paso.
–Quiero enseñarte una cosa —había dicho el tío Denys.
–¿Es una sorpresa? —había preguntado ella, porque el tío Denys nunca le había enseñado lo que había prometido que le iba a mostrar, y el tío Denys había estado ocupado en su oficina con una emergencia todo el día hasta el anochecer. Y ella había estado contenta de que Nelly todavía estuviera con ella; Seely también se había ido.
–Algo así —había dicho el tío Denys. Ella no sabía que hubiera apartamentos allá arriba. Fue hasta la puerta con el tío Denys y esperó que el tío tocara el Cuidador, pero él primero dijo:
–¿Dónde tienes la tarjeta-llave? —le preguntó, como hacían siempre los niños para asustarse unos a otros y hacer creer a la víctima que la había perdido. Pero el tío no bromeaba. Le estaba diciendo que la sacara y la usara.
Así que ella la sacó y la insertó en la ranura de la cerradura.
La puerta se abrió, se encendieron las luces y el Cuidador dijo:
—Ha habido veintisiete entradas desde la última vez que se usó esta tarjeta. ¿Lo imprimo?
–Dile que lo archive —dijo el tío Denys.
Ella miraba un apartamento hermoso, con un suelo de piedra pálida, con grandes muebles y mucho espacio, más espacio que en el apartamento de mamá, más espacio que en el del tío Denys, era enorme; y de pronto se dio cuenta de lo que había dicho el Cuidador sobre las veintisiete veces y sobre el hecho de que esta tarjeta era la suya. La suya. La de Ari Emory.
–Éste era el apartamento de tu predecesora —dijo el tío Denys y entró con ella mientras el Cuidador empezaba a repetir la información—. Dile que lo archive.
–Cuidador, archiva.
—Patrón de voz fuera de parámetros.
—Cuidador, archiva —dijo el tío Denys.
—Coloque su tarjeta en el tablero.
El tío Denys colocó su propia tarjeta y el Cuidador archivó. La luz roja se apagó.
–Debes tener mucho cuidado con algunos de los sistemas de este lugar —le advirtió el tío Denys—. Ari tomaba muchas precauciones para defenderse de los intrusos. Seguridad tardó bastante en reprogramar el Cuidador. —Entró un poco más en el apartamento—. Esto es tuyo. Todo el apartamento. Todo lo que hay en él. No vivirás aquí sola hasta que seas mayor. Pero hemos venido para que el Cuidador reconozca tu voz. —Avanzó un trecho más, bajó los escalones, cruzó la alfombra y subió de nuevo otra escalerita, y Ari lo siguió, caminando bien cerca dé él por los escalones.
Era fantasmal. Era como un cuento de hadas de los hermanos Grimm. Un palacio. Ari siguió al tío Denys. Él atravesó el salón y abrió otra habitación grande, con el centro hundido y una cama con borde de bronce y paredes cubiertas de material de los arbustos de Cyteen, bonita y peligrosa. Pero el material nativo estaba bañado en un plástico grueso y transparente, como el de los especímenes que se usaban en clase. Había pinturas en las paredes, y por el pasillo que rodeaba el centro hundido. Muchas pinturas.
Unos escalones más; el bar, donde todavía había vasos en los estantes. Y por un salón y otro salón hacia una oficina muy grande, con un gran escritorio negro tallado, como el del tío Denys.
–Esta era la oficina de Ari. —El tío Denys pulsó un botón y apareció una terminal sobre el escritorio—. Siempre tienes una terminal «base». Así es como funciona el sistema de ordenadores de la Casa. Y ésta es bastante... bastante difícil de violar. No es buena idea manosear estos accesos a la base, sobre todo en mi terminal base, o en la tuya. Siéntate, Ari. Empieza con tu número de CIUD.
Ari estaba nerviosa. El ordenador de la Casa era una cosa muy distinta de su maquinita. Uno no debía conectarse hasta que era mayor o se metía en problemas con Seguridad. Florian decía que algunos de los sistemas eran peligrosos.
Miró otra vez al tío Denys, nerviosa, y después se sentó y buscó la tecla en la máquina.
–¿Dónde está la tecla para empezar?
–Hay una ranura para colocar la tarjeta en el escritorio. A la derecha. Le pediré que te haga un examen de la palma de la mano.
Ella se dio la vuelta en la silla y lo volvió a mirar.
–¿Va a hacer algo?
–Va a llevar a cabo una rutina de seguridad. No va a llenar el apartamento de gas ni nada parecido. Hazlo.
Ari obedeció. Se conectó la pantalla para hacer los exámenes de la palma. Ella colocó la mano.
—Nombre—dijo el Cuidador.
–Ariane Emory —respondió ella. La luz roja de la terminal se encendió y siguió encendida.
El monitor no salió de la consola.
–¿Qué hace?
–Está controlando los datos —dijo el tío Denys—. Revisando los archivos de toda la Casa. Está viendo cuándo naciste y qué edad tienes. Es obvio que a detectado semejanzas entre tu palma y la de tu predecesora, y probablemente también en tu patrón de voz, pero sabe que no son los de la dueña original. Está controlando los Archivos para ver todos los exámenes de la palma de Ari y los patrones de voz posibles. Tardará un par de minutos.
Realmente, no era como conectar cualquier otra máquina. Ari había visto cómo lo hacía el tío Denys con sólo hablar al ordenador a través del Cuidador. Observó cómo trabajaba ésta, la luz roja encendida y miró de nuevo al tío Denys.
–¿Quién la programó?
–Buena pregunta. Ari habría dicho lo mismo. El hecho es que fue Ari. Ella sabía que existirías alguna vez. Te dejó muchas cosas, datos de máxima importancia. Cuando haya una respuesta, Ari, quiero que me hagas un favor.
–¿Qué?
–Dile que COP D/TR coma B1 coma E/IN. Empieza programa: selección de defecto a ficheros de escritura.
–¿Qué es Bl? ¿Qué es IN?
–Base Uno. Esta es la Base Uno. Salida al Archivo Interno. Eso quiere decir que las salidas de la pantalla y el Cuidador van a ficheros de texto. Si pensara que podemos engañarla, le diría IN/P, y vería si me muestra el programa, pero no hay que jugar con esta Base. ¡Ahí está!
La pantalla salió del escritorio y se iluminó.
Hola, Ari.
Fantasmal de nuevo. Ella escribió: COP D/TR, Bl, E/IN
Confirmado. Hola, Ari.
—Quiere que le digas «hola» —dijo el tío Denys—. Puedes hablarle. Aprenderá el patrón de tu voz.
–Hola, Base Uno. ¿ Cuántos años tienes?
–Nueve.
Hola, Denys,
Ella contuvo la respiración y miró a Denys.
–Hola, Ari —dijo Denys y sonrió de una forma muy rara, sin mirar a ninguna parte, sin hablarle a ella. En realidad le estaba hablando a aquella cosa.
La máquina escribió:
No tengas miedo, Ari, Esto es sólo una máquina. Hace 11,2 años que estoy muerta. La máquina está ensamblando un programa basado en informes que todavía están activos en los ordenadores de la Casa y está llenando los vacíos, con esa información. Afortunadamente nadie puede cambiar el programa y está más allá del alcance de cualquiera. Estás viviendo con Denys Nye. ¿Tienes una conexión con la Casa allí?
—Sí —dijo el tío Denys y cuando ella se volvió para decirle que no era cierto, él se puso un dedo sobre los labios y asintió.
–El tío Denys dice que sí.
El Cuidador entendía cosas como aquélla. Sólo le llevaba un poco más de tiempo.
Nómbrame los ríos y los continentes o cualquier otra lista que quieras, Ari. No me importa el orden. Quiero elaborar un patrón de tu voz. Sigue hasta que yo te diga.
–Está el Novaya Volga y el río Amistad, está Novgorod y Reseune. Playnys, las Antípodas, la Bahía Swigert, Gagaringrand y High Brasil; está Castilla y el Don y Svetlanks...
Muy bien. Es suficiente. A partir de hoy, puedes usar tu tarjeta en el Cuidador en cualquier lugar que estés antes de entrar en el sistema, y decir tu nombre para el Cuidador. Esta Base se activará. Estoy creando continuamente transcripciones de todo esto. Puedes acceder a ellas pidiéndole al Cuidador que las ponga en la pantalla o las imprima. Si Denys está cumpliendo su misión, entenderás lo que digo. ¿Lo comprendes sin que él te lo diga?
–Sí.
Muy bien. Puedes conectarte cuando quieras. Si quieres salir del sistema de la Casa, di «fuera». El archivado y la carga son automáticos. El sistema también puede encontrarte, pero no se puede activar hasta que tú digas «hola». Denys te explicará los detalles. Adiós.No te olvides de decir fuera.
Ella miró al tío Denys. Murmuró:
–¿Lo hago? —Él asintió y ella dijo—: Fuera.
La pantalla se oscureció y se escondió en el escritorio.
ARCHIVOS: PROYECTO RUBIN: SECRETO CLASE AA
NO COPIAR SIN FORMULARIO 768 DEL COMITÉ
CONTENIDO: Fichero de transcripción de
ordenador # 5979 Sec. # 28
Emory I/Emory II
2415: 1/24: 2332
B/l: Hola, Ari.
AE2: Hola.
B/l: ¿Estás sola?
AE2: Florian y Catlin están conmigo.
B/l:¿Hay alguien más?
AE2:No.
B/l: Estás usando la entrada 311 de la Casa. ¿En qué habitación estás?
AE2: En mi habitación. En el apartamento del tío Denys.
B/l: Así trabaja este programa, Ari, y perdóname si te hablo con palabras fáciles. Escribí esto sin saber la edad que tendrías cuando te conectaras o el año que sería. Estamos en el año 2415. El programa obtuvo este dato del reloj computerizado de la Casa. Tu tutor es Denys Nye. El programa ha buscado tus informes en el banco de datos de la Casa y encontró todo eso, y te puede decir que Denys pidió pasta para la comida de hoy, porque acaba de revisar los informes de Denys y conoce la respuesta a esta pregunta específica. Sabe que tienes 9 años y que por lo tanto tienes un límite en el acceso de tu tarjeta, así que no puedes ordenar a Seguridad que arreste a nadie ni vender grupos genéticos Alfa 9000 a la estación Cyteen. Si no recuerdo mal cómo era yo a los nueve años, me parece una precaución razonable.
El programa ha archivado todas las rutinas que tenía para el caso de que tu edad fuera menor o mayor que 9 años. Puede volver a llamarlas cuando los informes de la Casa concuerden con esos números, y puede poner al día sus datos en el Máster constantemente de acuerdo a los datos del momento, añadiendo números. Es un proceso constante.
Cada vez que formules una pregunta, ésta entrará en todos los informes que corresponden a tu edad y al acceso que tienes en el sistema de la Casa, incluyendo la biblioteca. Estos números van a aumentar constantemente. Cuando convenzas al programa de que comprendes bien las cosas, el acceso se ampliará. Cuando convenzas al programa de que has alcanzado determinados niveles de responsabilidad, tu acceso llegará al grado de Seguridad y podrás dar órdenes a otras personas.
Hay una cinta que te enseña todos los accesos que necesitas en este momento. ¿La has hecho?
AE2: Sí. Hoy mismo.
B/l: De acuerdo. Si hubieras contestado que no, el sistema se habría desconectado y habría dicho: desconecta y ve a hacer la cinta. Después puedes conectarte de nuevo. Si cometes un error con los códigos, el sistema se desconectará. Verás muchas cosas que funcionan de esa forma. Tienes que hacer las cosas bien: la máquina que estás usando está conectada al sistema de la Casa y se desconectará si cometes errores. Si cometes cierto tipo de errores, llamaré a Seguridad, y eso no es nada bueno.
No juegues con este sistema. Y nunca le mientas ni le des información falsa. Eso te puede meter en graves problemas.
Quiero que sepas que hay una forma de mentir al sistema sin causar problemas, pero tienes que poner la información auténtica en un fichero con un nivel de Seguridad lo bastante alto. El ordenador puede leer ese fichero si lo necesita, pero también leerá tu mentira y contestará esa mentira a cualquiera que tenga un acceso de Segundad inferior al tuyo,y hay muy pocas personas con ese nivel de acceso, sobre todo gente de Seguridad y de Administración, y sólo ellos pueden descubrirte. Eso es para que puedas guardar algunos secretos y mantener informaciones privadas a tu disposición.
En algún momento puedes usar esto para ocultar una actividad por la que quieras descubrir algo. O tu estado de cuentas. O el lugar donde estás. Ese archivo no se puede borrar, pero se puede renovar y ampliar y poner al día. Cuando aumente tu tiempo de acceso en el sistema de la Casa y disminuya el número de errores que cometes cada vez que te conectas con el sistema y alcances un nivel que satisfaga al programa, éste te dará instrucciones sobre cómo usar los ficheros Privados. Hasta entonces, no mientas al programa o perderás puntos y tardarás mucho más tiempo en llegar a ese nivel.
Probablemente ya te habrás dado cuenta de que no puedes hacerle preguntas al programa cuando está en este modo. Puedes detener esta explicación en cualquier momento diciendo: «Ari, espera.» Puedes salir de este modo y hacer una pregunta y volver diciendo: «Ari, sigue.»
No creas que este programa está vivo. No cometas ese error. Son líneas de programa como las que tú escribes. Pero es un programa que puede aprender y cambiar. Tiene un estado base, que es como un momento en que le faltan cosas, pero ésa es solamente la copia para Archivos.
A veces, este programa transcribirá mensajes para tu tutor, Denys. A veces no. Ahora no lo está haciendo. Me estoy conectando con ficheros que sólo tú puedes leer y puedes hacerlo diciéndole al Cuidador que quieres oír un fichero de esta sesión, por hora y por día. Es un ejemplo de un fichero Privado. ¿Entiendes cómo acceder a él?
AE2: Sí.
B/l: S¿ cometes un error, el programa repetirá esta información. Nunca pidas un fichero Privado ante ninguna otra persona, exceptuando a Florian y a Catlin. Ni siquiera Denys Nye puede ver los ficheros Privados. Si trata de hacerlo, este programa enviará una orden a Segundad. Este programa acaba de mandar a la Base de Denys un mensaje que dice lo mismo. Confía en mí. Tengo una razón para hacer lo que hago. A veces, un fichero será tan Privado que te diré que lo leas cuando estés totalmente sola, totalmente, y esto incluirá a Florian y a Catlin. Nunca pidas que te muestre esos ficheros cuando estés con alguien. De todos modos, no aparecerán en pantalla porque contienen datos muy privados que son sólo para ti, cosas que ni siquiera tus amigos deben saber.
Muchas de estas cosas tienen que ver con tus estudios y saldrán simplemente de mis notas.
Muchas veces, saldrán porque habrás formulado una pregunta y el ordenador encontrará una palabra clave.
Tú tienes mi tarjeta llave, mi número, mi nombre. Mis informes están en Archivo y los ficheros que funcionan en este momento son los tuyos. No te preocupes por el hecho de que yo haya muerto. En este momento, a mí no me afecta. Puedes llamarme Ari senior. No hay ninguna palabra en el idioma que pueda definir nuestro vínculo. No soy tu madre ni tu hermana. Soy sólo tu Persona Mayor. Supongo que esas palabras todavía existen.
Tienes que entender, Ari, que hay una diferencia entre Ari, que dicta estas palabras a un Anotador, y Base Uno. Base Uno puede usar una función lógica de lenguaje para hablar contigo y parecerse mucho más a una persona viva que yo, porque trabaja en tiempo real y yo no, yo no estoy en tiempo real desde 2404.
Y la fecha la pone el ordenador, que la buscó de mis ficheros, quiero que comprendas eso.
Base Uno puede contestar preguntas por sí misma y traer las respuestas a ciertas preguntas, y puedes hablarle y ella te contestará.
Pero nunca te confundas: sólo ella puede hablarte y contestarte; yo no puedo hacerlo.
¿Tienes preguntas? Pregúntale si quieres y Base Uno empezará a hablarte. Si cometes un error, el programa volverá a las instrucciones que no entendiste. O puedes pedir que repita algo. Buenas noches, Ari. Buenas noches, Florian y Catlin.
AE2: Ari, espera.
B/l: Te escucho, Ari.
AE2: ¿Eres Base Uno ahora?
B/l: Sí.
AE2: ¿Quién mandó a mi mamá Jane Strassen a Fargone?
B/l: Acceso inadecuado. Ari quiere decirte una cosa. Espera.
Ari, soy Ari senior.
Es la primera vez que formulas una pregunta que tiene un bloqueo de Seguridad. No sé cuál ha sido la pregunta. Significa que hay algo que te impide llegar a la información dentro de los ordenadores de la Casa y que tu nivel de acceso todavía no es suficiente para llegar a las respuestas. La razón más probable es tu condición de menor. Fin del mensaje.
AE2: Ari, espera.
B/l: Te escucho, Ari.
AE2: ¿Dónde está Valery Schwartz?
B/l: Acceso inadecuado.
AE2: ¿Dónde está Amy Carnath?
B/l: Amy Carnath habló al Cuidador en U8899. U8899 es el apartamento registrado a nombre de Julia Carnath. No hay ningún registro de que haya dicho al Cuidador que se retiraba.
AE2: Entonces, está en su casa.
B/l: Por favor, sé más específica.
AE2: Entonces, ¿Amy Carnath está en su casa?
B/l: Sí, Amy Carnath está en su casa.
2315: 1/27: 2035
AE2: Base Uno: busca Ariane Emory en la Biblioteca.
B/l: Acceso limitado. Ari tiene un mensaje. Espera.
Ari, soy Ari senior.
Veo que sientes curiosidad. No te culpo. Yo también la tendría. Pero tienes 9 años y el programa sólo te dará acceso a los archivos sobre mí hasta los 4 años. El lapso entre tu edad y la mía irá disminuyendo a medida que crezcas, hasta que puedas leer los datos correspondientes a tu edad e incluso los que siguen. Hay razones para eso. Las comprenderás con el tiempo. Una razón que puedes comprender ahora es que los archivos son muy personales y la gente que tiene más de 9 años hace cosas que te confundirían mucho ahora, cariño.
Además, ahora no eres lo bastante mayor para comprender la diferencia entre mis éxitos y mis errores, porque los archivos no explican nada. Son sólo cosas que sucedieron y que el ordenador de la Casa archivó en su momento.
Ahora que has preguntado, Base Uno añadirá automáticamente la información a la que tienes acceso una vez a la semana. Pensé en hacerlo una vez al día, ya que habrá mucha información, pero no quiero que te vincules tanto con lo que hice en mi tiempo que no vivas en el mundo real.
Puedes acceder a cualquier dato que quieras sobre cualquier persona en los Archivos hasta el año 2287, cuando yo tenía cuatro años. Si la persona que buscas no había nacido, el ordenador no te dará ningún dato.
El lapso de tiempo entre tu edad y la que el ordenador te permite investigar irá disminuyendo a medida que crezcas y a medida que tus preguntas y tus informes personales indiquen a Base Uno que cumples con ciertas características y criterios. Así que cuando más estudies en la escuela y más cosas sepas, más respuestas conseguirás.
Así funciona todo en la vida.
Recuerda que tienes poder de decisión. Yo tuve mi oportunidad.
Buena suerte, cariño.
Ahora, la Biblioteca recuperará todos mis archivos hasta los cuatro años y los guardará para ti en un fichero llamado BIO.
2315: 4/14: 1547
B/l: Tu pedido a la Biblioteca.
AE2: ¿Conseguido?
B/l: Afirmativo. Documento conseguido. Copiado. Debo eliminar los datos dentro de dos días a menos que me autorices apagar el precio de 20 créditos.
AE2: Buscar referencias a caballo, equino o ecuestre.
B/l: Localizadas.
AE2: ¿Cuántas son?
B/l: Ochenta y dos.
AE2: Compara los datos con los del fichero de estudio CABALLO. Señala y archiva las informaciones adicionales o las contradicciones con los nuevos datos. Llámame cuando termines.
B/l: Tiempo estimado de trabajo: tres horas.
AE2: Fuera.
2316: 1/12: 0600
B/l: Buenos días, Ari. Feliz cumpleaños. AE2: ¿Eres Base Uno?
B/l: Ari, soy Ari senior. Tienes 10 años ahora. Eso eleva tu nivel de acceso. Si examinas la función de biblioteca, podrás acceder a toda una serie de cintas nuevas.
Tus notas son un punto mejores que las mías en geografía, tres puntos peores en matemáticas, cinco puntos peores en lenguaje...
I
El tío Giraud la llamaba la tienda más cara del universo conocido, y claro está, de Novgorod, y a Ari le encantaba. Se probó una blusa; Maddy Strassen se hubiera muerto de envidia: era color bronce y marrón, satinada, y tenía un echarpe alrededor del cuello con un broche de oro y topacio, de oro verdadero, claro, no podía ser de otro modo en ese lugar.
Y miró al tío Giraud con una sonrisita calculada. Era una sonrisa de persona mayor. La había practicado en el espejo.
La blusa costó ciento cincuenta créditos. La pusieron en una caja y el tío Giraud la cargó a su tarjeta personal sin decir ni una palabra.
Ella firmó una fotografía de ella misma para la tienda, que tenía muchas fotos firmadas de personas famosas que compraban allí: tenía su propio garaje y una entrada de seguridad, y era un lugar al que se iba con cita previa, cerca del puerto espacial, un lugar al que no se podía entrar así como así.
Y por eso el tío Giraud dijo que era un lugar al que podían ir, el único lugar, por razones de Seguridad.
Había una foto de la primera Ari. Era fantasmal. Pero ella ya las había visto. La primera Ari era bonita incluso cuando tenía la misma edad que mamá, y cuando murió tenía ciento veinte años. Tenía los ojos muy bonitos, y el cabello largo y negro (pero obviamente debía de estar en rejuv para entonces y con el cabello teñido) y lo llevaba con raya en medio como Ari. Ari quería pintarse como Ari senior, pero el tío Denys dijo que no, podía pintarse un poco, pero no mucho y además, la moda había cambiado.
El tío Denys le había regalado agua de colonia en el último Año Nuevo, un agua de colonia que, según decía, preparaban especialmente para Ari en una perfumería de Novgorod. Olía muy bien, como los jardines de la huerta cuando florecían los tulipanes.
Ari estaba creciendo, decía el tío, y ella lo sabía. De pronto, un día, hacía ya mucho, Nelly había dicho que era demasiado mayor para andar por ahí sin la blusa puesta, y ella se había mirado y se había dado cuenta de que no era que estuviera gorda: algo estaba cambiando.
En ese momento, había pensado que el cambio era un desastre, porque le gustaba mucho no llevar blusa.
Y ahora definitivamente estaba tomando forma, incluso Catlin la tenía, a su manera. Nada que se pudiera comparar con su prima Maddy Morley-Strassen, claro, que tenía un año más y había venido de Planys con su mamá Eva, que era la hija de Victoria Strassen y la sobrina de mamá; y prima de Amy Carnath por el parentesco con el padre de Amy, Vasily Morley-Peterson, que estaba en Planys.
Maddy era...
Una niña con un desarrollo prematuro, según decía el tío Denys.
Ella no hubiera querido transformarse en Maddy, pero no estaba muy cómoda cerca de ella.
Así que compró un echarpe y un broche de oro verdadero para Amy, y un pullover para Sam y otro para Tommy, e insistió en llevarlos en el avión con ella, además de todo lo que había comprado para los demás. No importaba que uno pudiera pedir que se lo llevaran, le dijo al tío Giraud, lo que importaba era que ella venía de Novgorod, donde los otros niños no podían ir, y ella iba a llevar las cosas en el avión. Consiguió una blusa para Catlin, para las fiestas: negra, claro, pero transparente. Catlin se miró sorprendida en el espejo. Y una camisa para Florian de la sección de hombres: negra y satinada, y con un cuello alto que se parecía al de los uniformes pero muy, muy elegante. Y después la mujer que atendía la tienda pensó en unos pantalones para Catlin, muy ajustados y satinados. Así que naturalmente Florian también debía tener sus pantalones. Y mientras hacían todo eso, ella encontró un par de pantalones satinados de color acero que le iban muy bien, y eso quería decir que había que comprar también el suéter que iba con ellos, que era color bronce lavanda en los hombros e iba cambiando al color acero lavanda y luego acero y negro más abajo. Era elegante. Antes de vérselo puesto, el tío Giraud había dicho que era para una persona mayor y que no le servía. Cuando se lo vio, comentó que Ari había crecido mucho.
A Ari se le ocurrió que podría ponerse un poco de sombra de ojos color lavanda cuando fueran a la fiesta de Maddy.
Y trágate eso, Maddy Strassen.
Compraron tantos paquetes en La Lune que el tío Giraud y Abban tuvieron que ponerlos en el coche de la escolta de Seguridad, y ella y Florian y Catlin tuvieron que sentarse prácticamente amontonados en el asiento trasero. El tío Giraud dijo que iban a tardar años para pasar por Descon en Reseune.
Eso era lo hermoso de Novgorod: como tenían el acantilado Amistad al este y los terraformadores habían apilado rocas y construido torres para formar la Pared Cortina en el oeste, y como tenían toda aquella gente y todos los desperdicios y todas aquellas algas, y el cinturón verde y las algas que empezaban ya en los bajos del mar, era uno de los pocos lugares en el mundo, además de Reseune, donde la gente podía salir sin un traje D, y el único otro aeropuerto donde uno podía llevarse el equipaje sin problemas, excepto una inspección y una aspiración con máquinas.
Había que pasar por una entrevista en el vestíbulo del aeropuerto mientras Abban supervisaba la forma en que cargaban el equipaje. Pero ahora ella conocía a muchos de los periodistas, especialmente a una de las mujeres y dos de los viejos y un jovencito que tenía una forma especial de guiñarle el ojo para hacerla reír; y no le importaba pasar un rato con ellos.
Es el precio que hay que pagar, había dicho el tío Giraud, para que te dejen sola cuando visites el jardín botánico, donde al menos sólo habrá fotógrafos.
–¿Qué has hecho hoy, Ari? —preguntó una mujer.
–He ido al jardín y de compras —respondió ella, sentada entre las cámaras y frente al equipo. Se había sentido cansada hasta que estuvo frente a las cámaras. Pero ahora sabía que estaba en el aire, y eso quería decir que debía brillar, y ella sabía cómo hacerlo; era fácil y hacía que los periodistas y Giraud se sintieran felices, no porque Giraud fuera alguien a quien ella quisiera, pero se llevaban bien; Ari se había dado cuenta de que era fácil Trabajar al tío Giraud en muchos sentidos, y a veces pensaba que tenía un punto flaco que ella podía alcanzar. Le compraba cosas, muchas cosas. Tenía una forma especial de hablar con ella, de ser gracioso, y eso era algo que no hacía mucho con otras personas.
Y siempre era igual de desagradable cuando tenían una fiesta o algo así en la Casa.
Y lo de Giraud y mamá, no se le olvidaba. Nunca. Nunca.
–¿Qué has comprado? Ella sonrió.
–El tío Giraud dice que «demasiado». —Bajó la cabeza y sonrió a las cámaras con una expresión que sabía atractiva. Se había visto en vídeo y había practicado en el espejo—. Pero sólo vengo a la ciudad una vez al año. Y es la primera vez que voy de compras.
–¿No hay tiendas en Reseune?
–Ah, claro, pero son pequeñas y una siempre sabe lo que va a encontrar. Siempre se consigue lo necesario, pero siempre son las mismas cosas, se puede comprar una camisa, pero si se quiere que sea distinta de las que tienen los demás, hay que encargarla, y entonces ya se sabe lo que te van a traer.
–¿Cómo están los guppies?
Otra risa. Un encogimiento de hombros.
–Tengo unos verdes con colas muy largas.
El tío Denys le había dado todo un laboratorio. Y los guppies y los acuarios se habían puesto de moda en Novgorod; por primera vez en el mundo, decía el tío Denys, la gente tiene mascotas aunque eso ya era así en la Tierra. Reseune había recibido una inundación de solicitudes desde que ella había dicho por el vídeo que eran algo que cualquiera podía tener.
Y tenía dónde vender los que le sobraban. El tío Denys dijo que debía hacer anotaciones sobre eso, porque aprendería muchas cosas.
Lo cual significaba que casi todos los vuelos de la división de fletes de LINEAS AÉREAS RESEUNE transportaban algunos de sus guppies envueltos en bolsas de plástico y descontaminados, puros para sus clientes, y ahora se estaba transformando en una operación aún mayor que la del laboratorio en el que Ari trabajaba en nacimientos: el tío Denys decía que ya era hora de que ella consiguiera una exclusiva porque los guppies se criaban rápido y después morían y la ganancia estaba en conseguir algunos muy bonitos, y para eso uno tenía que conseguir sus grupos genéticos. Era realmente divertido y en muchos sentidos resultaba mucho más fácil hacer clones de peces que de personas.
–Nos dijeron —dijo otro– que tienes otro proyecto. ¿Puedes decirnos algo del caballo?
–Es una potranca, una hembra bebé. Pero todavía no ha nacido. Tengo que estudiar sobre ella y ayudar a los técnicos a preparar el tanque; y tengo que hacer muchos informes, es muchísimo trabajo. Pero va a ser bonita como su hermana genética. Ella es la que está preñada. Va a dar a luz no mucho después de que nazca mi potranca.








